El PNV mantiene su rechazo al pacto a tres bandas que socialistas y populares le han planteado para cerrar el paso a Bildu en Guipúzcoa, tras las reuniones que delegaciones de alto nivel de ambos partidos celebraron ayer en el Parlamento.
Sin embargo, ni PSE ni PP quieren dar por cerrada la puerta a la posibilidad de un pacto global -en los tres territorios y que incluya al tiempo Ayuntamientos y Diputaciones- al que, eso sí, los nacionalistas deberían dar una respuesta concreta antes del próximo día 11, fecha en que se constituirán los consistorios.
Los peneuvistas llegaron a las sucesivas reuniones que mantuvieron por separado con ambos partidos sin propuestas concretas para poner sobre la mesa ni aclararon cuál va a ser su postura sobre las principales instituciones en disputa, según sus interlocutores. Su intención pasaba, más bien, por sondear las posturas de sus rivales para completar su composición de lugar. «Han venido a preparar el EBB», apuntó gráficamente uno de los reunidos.
Y es que para el PNV, que ayer guardó silencio públicamente, la jornada clave es el próximo lunes, cuando mantendrá un cónclave similar con Bildu y después reunirá primero a su ejecutiva nacional, el EBB, en su cita semanal habitual y luego a la Asamblea Nacional. De esta última deberán salir, previsiblemente, las líneas maestras de la política que vaya a adoptar el partido. A este hecho se agarran socialistas y populares para mantener su confianza en que los nacionalistas no tienen una posición completamente cerrada.
La estrategia peneuvista parece apuntar a dejar la vía expedita a la coalición abertzale en los Ayuntamientos en los que fue la fuerza más votada, particularmente en San Sebastián, y luego presentar a su candidato a diputado general, forzando a las otras dos formaciones, y especialmente a los socialistas, cuyos votos son los que realmente precisa, a apoyarle si desean impedir que Bildu se cobre su mayor pieza. Pero PSE y PP han dejado claro, y ayer volvieron a repetirlo, que no están por esa labor. Cualquier acuerdo que incluya el voto socialista al candidato del PNV, que todavía no ha anunciado si Markel Olano se postulará para repetir al frente de la institución foral, debe incluir el respaldo peneuvista al PSE en tres plazas: San Sebastián, Rentería y Andoain. Rodolfo Ares, coordinador del Gobierno y quien encabezaba ayer la delegación socialista, así lo recalcó publicamente tras la reunión, lo que obliga a cerrar el acuerdo la próxima semana. «No hemos dado por rotas las negociaciones», aseveró. Los socialistas gobernaban en esas tres localidades y en las tres se vieron superados por Bildu en las urnas.
El PSE no va dar marcha atrás en una posición solemnizada incluso por el propio Patxi López y por su Comité Nacional el pasado miércoles. Allí también dejaron clara una advertencia al PNV que mantienen inamovible: ninguna presión llegada de Ferraz o del Gobierno central les hará variar de postura.
El partido de Iñigo Urkullu, que ha de vigilar también sus propios equilibrios internos a pocos meses de una trascendental renovación del EBB, va a intentar mantener además la Diputación de Álava, donde se aboca al conflicto de defender el principio de respeto a la lista más votada en los municipios donde ganó Bildu y no hacer lo mismo en un territorio donde, por segunda vez en cuatro años, triunfó el PP. La delegación popular dejó claro a sus interlocutores su intención de gobernar ese territorio. Es más, el PP trasladó que cualquier planteamiento peneuvista que impida la llegada de Javier de Andrés al sillón del diputado general complicará sobremanera las relaciones futuras entre ambos partidos. «No se puede pedir entendimiento sin adquirir compromisos», apunta un dirigente popular. Los nacionalistas no pierden de vista tanto la posibilidad de que el PP llegue a La Moncloa en las próximas generales como, sobre todo, que en 2013 será el turno de las autonómicas y, con ellas, de su máxima aspiración: recuperar Ajuria Enea.
Iñaki Oyarzábal, número dos del PP vasco y cabeza de su delegación, adelantó que la próxima semana su formación mantendrá nuevas reuniones tanto con el PNV como con el PSE. Oyarzábal no citó a Bildu y remarcó que su formación «no plantea un frente contra nadie», una forma de intentar reducir el principal argumento nacionalista en contra del acuerdo a tres bandas.
La delegación nacionalista se reunió además con representantes de EB y de Aralar, que no quisieron hacer ningún comentario sobre lo tratado.
EL PAÍS, 3/6/2011