ABC 17/04/17
· Los de Urkullu creen que el desarme de ETA favorece la «unión de fuerzas abertzales»
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, hizo ayer un «ofrecimiento solemne y sincero» a la vieja Batasuna para iniciar una nueva etapa de «colaboración honesta», ahora que ETA está en fase de cierre por derribo, y abordar juntos su fin compartido de la construcción nacional vasca. «Las posibilidades de colaboración con la izquierda abertzale son muchas. Y estamos dispuestos a explorarlas», proclamó ayer el líder del PNV durante la celebración del Aberri Eguna o día de la patria vasca. Una fecha que según reconoció Ortuzar es propicia para, «a veces románticamente, soñar con la unidad abertzale, para pedir la unión de fuerzas en pos de la nación vasca». «Yo también soy de esos que sueñan con una colaboración honesta entre abertzales», señaló ante unos 4.000 militantes y simpatizantes en Bilbao.
Como Gibraltar Los nacionalistas reclaman para el País Vasco una «cosoberanía» como la que España plantea a Gibraltar Mano tendida Ortuzar ve «muchas posibilidades de colaborar con la izquierda abertzale. Las exploraremos»
«Bajando a los infiernos»
El PNV resucitó en la fiesta de exaltación nacionalista el espíritu del pacto de Estella, que firmó en 1998 con HB para una negociación con ETA, aunque la realidad política hoy es que gobierna en coalición con los socialistas y viene de cerrar un acuerdo con el PP para aprobar las cuentas vascas, no con Bildu. Además, la oferta al sector que encabeza en la sombra Arnaldo Otegi llega cuando los de Sabin Etxea negocian los Presupuestos Generales del Estado con el Gobierno de Mariano Rajoy. De esa condición de partido pragmático «sin complejos» se jactó ayer Ortuzar: «Y así seguiremos, estando donde haya que estar, bajando a los infiernos o tocando las puertas del cielo, siempre a favor de Euskadi, siempre construyendo país», afirmó.
Lo cierto es que el anuncio de desarme de la banda terrorista, bendecido desde una primera línea por el Ejecutivo de Iñigo Urkullu, ha resucitado ese deseo de «comunión» entre nacionalistas que los asesinatos de ETA frustraron, pero que el PNV está dispuesto a alimentar, como demostró ayer.
En su intervención, Ortuzar primero recriminó a ETA y la autodenominada «izquierda abertzale» que hayan elegido el camino de la «destrucción nacional», culminado tras 40 años y más de 800 asesinatos en un «fracaso estrepitoso» de rendición, sin conseguir nada a cambio. «El fracaso de quienes pensaron que Euskadi se construía a tiros», aseveró. Pero, una vez hechos los reproches y la petición de disolución de la banda terrorista, el presidente del PNV tendió la mano a su brazo político. Les emplazó a sacar el pie que mantenían en «el lado oscuro» y a «asentar» los «dos pies en el lado de la democracia». Y les invitó a que «enganchen sus vagones al nuestro», en alusión a su modelo de «construcción» del País Vasco en estos años.
El lendakari, Iñigo Urkullu, también contrapuso la labor «con constancia» frente a «los atajos» o «las revoluciones de la noche a la mañana» que «olvidan que lo más preciado es la vida».
El «nuevo estatus»
La jornada del Aberri Eguna, solo celebrada por los nacionalistas –y por Podemos, que reivindicó su particular idea de «patria social» vasca–, volvió a sacar del cajón el plan soberanista del PNV para lograr un nuevo «estatus». Este se cocina a cámara lenta en el Parlamento de Vitoria y, a diferencia de los soberanistas catalanes, los de Urkullu aseguran seguir únicamente el camino de la legalidad.
Ortuzar insistió ayer en que exigirán al Gobierno el reconocimiento de «Euskadi como nación», reivindicando «una relación de bilateralidad con el Estado». En este sentido, reclamó un estatus similar al que España plantea para Gibraltar. «¿Por qué si se ofrece desde Madrid la cosoberanía a Gibraltar no vamos a poder tenerla los vascos?», se preguntó. «Eso es lo que queremos y lo que demandamos: una capacidad de autogobierno máxima para que las cosas de aquí se decidan aquí. Para que sean las instituciones vascas las que gobiernen a los vascos. Y para que seamos los vascos quienes decidamos nuestro futuro», continuó.
Desde Guernica, la coalición Bildu reclamó «la primera república vasca» y Podemos reflexionó en San Sebastián sobre el concepto de la «patria».