EL CORREO – 30/12/14
· Andoni Ortuzar recibe en Sabin Etxea al coordinador general de CDC y ambos coinciden en que «la solución» pasa por el derecho a decidir.
El PNV apostó ayer por hacer un ejercicio de equilibrio político para mantener su perfil de partido nacionalista y, al mismo tiempo, guardar una calculada distancia con respecto al proceso secesionista catalán. Lo hizo tras reunirse en Bilbao el presidente del Euzkadi buru batzar, Andoni Ortuzar, con el coordinador general de Convergència Democrática de Catalunya, Josep Rull, uno de los hombres de confianza de Artur Mas. Fue un encuentro en el que ambos coincidieron en que «la solución a los conflictos nacionales» que viven Euskadi y Cataluña «vendrá de la mano del reconocimiento del derecho a decidir». Pero dicho esto, Ortuzar dejó claro a su interlocutor que la vía elegida en Euskadi tiene poco que ver con una posible consulta independentista, al menos a corto plazo. Discurre, insistieron los jeltzales, por el Parlamento y busca «la actualización y mejora del autogobierno vasco».
La cita entre Ortuzar y Rull llegó un día después de la mantenida entre Iñigo Urkullu y Artur Mas horas antes del partido que enfrentó en San Mamés a la selección vasca y a la catalana. El encuentro celebrado en Ajuria Enea sirvió para que ambos mandatarios presentasen un frente común para frenar la «recentralización» que, a su juicio, está llevando a cabo el Gobierno de Mariano Rajoy, defendiesen la necesidad de «adecuar los estatus políticos» de ambas comunidades y dejasen claro, en todo caso, que «los modelos y procedimientos son propios en cada caso».
En el Parlamento
El PNV, consciente de la tormenta que generaron las propuestas soberanistas planteadas en su momento por Juan José Ibarretxe, quiere por todos los medios evitar verse arrastrado por el proceso soberanista catalán, de incierto resultado. Los jeltzales consideran que la apuesta lanzada por Mas ha dado alas a ERC y ha otorgado un excesivo protagonismo a movimientos ajenos al Gobierno como la Asamblea Nacional Catalana. Un escenario que el PNV no quiere ver en Euskadi.
Por ese motivo, Ortuzar insistió ayer a Rull en que el «proceso» elegido en Euskadi poco tiene que ver con el impulsado en Cataluña, que puede desembocar en breve en unas elecciones anticipadas de carácter plebiscitario tras la consulta celebrada el pasado 9 de noviembre. Ortuzar recalcó que la vía vasca se «residencia» en el Parlamento y en la ponencia creada a tal efecto. Un foro por el que durante los últimos meses han pasado diferentes políticos y juristas para valorar por dónde creen que debe discurrir una posible reforma del actual Estatuto de Gernika.
Está previsto que esa etapa concluya en los próximos meses y que una vez pasadas las elecciones municipales se entre en lo que Ortuzar definió ayer como «fase propositiva». O lo que es lo mismo, cuando cada partido tendrá que retratarse con sus diferentes modelos. A día de hoy, la posibilidad de un acuerdo amplio y transversal no parece muy factible, ya que tanto el PNV como EH Bildu insisten en la necesidad de incluir en un futuro texto el reconocimiento del derecho a decidir, una posibilidad que el PSE y el PP rechazan de plano.
Aun así, el presidente del PNV recalcó ayer que el debate que se genere en la ponencia parlamentaria «tiene como objetivo la configuración de un acuerdo lo más amplio posible para un nuevo estatus que sea refrendado por la ciudadanía vasca». A pesar de los problemas, la intención de los jeltzales es llegar al final de la legislatura con este debate encima de la mesa y con la pretensión de acercar posturas con los socialistas de Idoia Mendia, que ya han recalcado que cualquier modificación estatutaria deberá estar refrendada por una mayoría superior a la que avaló el texto aprobado en 1979. En principio, y si no hay sorpresas, las siguientes elecciones autonómicas deben celebrarse en el otoño de 2016, y para entonces también estará definido hasta dónde alcanza el maremoto provocado por la irrupción de Podemos.
El encuentro entre Ortuzar y Rull, que se prolongó durante cerca de hora y media, también sirvió para que el político convergente trasladase al dirigente peneuvista «las últimas novedades» del proceso de «transición nacional» que vive Cataluña y para que Ortuzar mostrase «todo el apoyo y la solidaridad» del PNV después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña admitiese a trámite una querella de la Fiscalía contra Mas, la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, y la consejera Irene Rigau por un presunto delito de desobediencia en el «proceso participativo» del 9 de noviembre.
«Dar la voz al pueblo nunca puede ser motivo de que alguien tenga que sentarse en el banquillo de los acusados. Entre democracia y ley, nosotros siempre elegiremos democracia», afirmó Ortuzar a través de un comunicado enviado por el PNV, en el que compartió los argumentos expuestos por el lehendakari y el presidente de la Generalitat un día antes: su «preocupación» por la «crisis institucional del modelo de Estado» y su «inquietud y alarma» ante la «creciente recentralización» del Gobierno central.
EL CORREO – 30/12/14