El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, confirmó ayer las puertas abiertas de su formación para negociar con el Gobierno los Presupuestos Generales del Estado. Desde Bruselas, donde estaba participando en el Consejo Anual del Partido Demócrata Europeo, Ortuzar explicó que el PNV no va a tener «inconveniente en contribuir a la estabilidad de España», toda una declaración de intenciones que vino sólo limitada por una petición genérica al Ejecutivo de Mariano Rajoy: que tenga una «actitud muy distinta» y un «cambio de chip» respecto a sus relaciones con el País Vasco.
Sus declaraciones se producían precisamente el mismo día en que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunciaba la «voluntad» de Moncloa de «reducir la conflictividad» institucional con el Ejecutivo vasco. Casi como respondiendo a esa petición de «cambio de chip», Santamaría concretó que el Gobierno va a «reanalizar» algunos de los recursos que tiene interpuestos contra leyes aprobadas en el País Vasco y en Navarra. «Algunos de esos recursos pueden ser negociados con los consiguientes cambios actualizados», incidió la vicepresidenta.
El PNV puede convertirse así en una pieza fundamental para aprobar los Presupuestos. En caso de apoyarlos, sus cinco diputados en el Congreso elevarían hasta 175 los votos a favor de las cuentas del Estado, siempre y cuando Ciudadanos y Coalición Canaria también las respalden. De esa manera, el Gobierno sólo necesitaría un voto más –que podría ser el del diputado de Nueva Canarias– y no se vería obligado a una difícil negociación con el PSOE.
Ortuzar hizo ayer especial hincapié en la importancia que tiene para su partido la posible retirada de recursos contra leyes aprobadas en el País Vasco que anunció Santamaría. Según explicó, el principal problema entre Madrid y Vitoria en los últimos años ha sido el «ataque a las normas y a la legislación» vascas, que los nacionalistas interpretan como un ataque contra el «autogobierno», informa Europa Press.
El presidente del PNV afirmó que «nunca» se había producido «tanta conflictividad» ante el Tribunal Constitucional y en la jurisdicción Contencioso-Administrativa, porque «el Estado ha recurrido un montón de normas importantes para la vida en la sociedad vasca».
«Tenemos abandonado completamente el Tren de Alta Velocidad (TAV), por ejemplo; llevamos 10 años de discrepancias con la liquidación del Cupo, esperando a que el Gobierno del Estado cerrara, de una vez, la financiación autonómica, porque ésa era la excusa que se nos ponía para no hacer la negociación del cierre del Cupo», añadió Ortuzar, aludiendo a «la dejación» que ha existido «por parte del Estado de sus obligaciones con Euskadi».
«Hemos conocido a un PP con mayoría absoluta que ha sido letal para la ciudadanía y la política, que ha impuesto un rodillo de mayorías sin respeto a la pluralidad ni al resto de partidos y ahora no les queda más remedio que cambiar», añadió Ortuzar, quien dijo que el PNV «no tiene miedo a esta negociación» y entrará en ella «sin complejos».