EL MUNDO 10/07/13
El PSE rechaza apoyar que abandone el País Vasco, pero critica maniobras «inoportunas»
El voto a favor del PNV permitió que las Juntas Generales de Guipúzcoa aprobaran ayer una iniciativa de Bildu y Aralar que, en su origen, buscaba denunciar las maniobras militares realizadas por el Ejército pero que incorpora la exigencia para que este cuerpo abandone el País Vasco.
Más allá de la censura de las maniobras, el texto sostiene que el Ejército del Estado «no es bienvenido en los pueblos, barrios, calles y lugares de Guipúzcoa» tras las «provocaciones» llevadas a cabo durante «la última temporada» por las Fuerzas Armadas en el País Vasco. Con la aprobación de la iniciativa, el Parlamento foral trasladará ahora su contenido al delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, al ministro de Defensa, Pedro Morenés, y al «responsable directo» del cuartel de Loyola.
La proposición, debatida en el último Pleno antes del periodo vacacional, fue planteada por las formaciones abertzales en la Cámara a raíz de que el Ejército realizará unas maniobras militares el 10 de junio en las «inmediaciones» de las Juntas.
No es la primera vez que el PNV y EH Bildu unen fuerzas a nivel institucional contra la presencia de los Cuerpos de Seguridad del Estado en Euskadi. Hace un mes pactaron una iniciativa en el Parlamento vasco en este sentido, pero, a diferencia de aquella ocasión, los jeltzales han ido ahora un poco más allá al no limitarse a pedir el «repliegue» para «adecuar» su presencia al escenario abierto por el cese definitivo de ETA, y exigir su marcha de Euskadi porque no son «bienvenidos».
Con anterioridad, las Juntas Generales también habían mostrado su rechazo a la colocación, el pasado año, de la bandera española en la cruz del Gorbea, en Vizcaya.
La iniciativa de ayer contó con el rechazo de PP y PSE, si bien los socialistas plantearon una enmienda a la totalidad para censurar las «inoportunas e inadecuadas» maniobras organizadas por el Ejército en las inmediaciones de las Juntas Generales. En su planteamiento, que decayó al aprobarse la propuesta original, se sostiene que los ejércitos han sufrido una «transformación en cuanto a sus fines y objetivos», por lo que considera que «deben destinar su formación de forma prioritaria a obtener las mejores aptitudes» para el desarrollo de misiones humanitarias y de asistencia a la población civil en los países «afectados por conflictos bélicos o graves desastres naturales».
Por otra parte, el ministro de Defensa garantizó ayer la continuidad de las instalaciones militares en el País Vasco, ya que considera que los acuartelamientos de Munguía (Vizcaya) y Loyola (Guipúzcoa) y la base de Araka (Vitoria) «están en estos momentos en plena utilización y forman parte de la estructura militar que va a seguir en el País Vasco».
De este modo, estos recintos no serán enajenados, como confirmó Morenés en respuesta a una pregunta del senador del PNV Iñaki Anasagasti, que reclamaba un planteamiento «más ajustado a la realidad y mucho más democrático» para estas instalaciones.