El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el portavoz de EH Bildu, Arnaldo Otegi, unieron ayer fuerzas para exigir al Gobierno de Rajoy que colabore para que se produzca el desarme definitivo de ETA. En una comparecencia sin preguntas, junto a los máximos representantes de los sindicatos nacionalistas ELA y LAB, presentaron un documento en el que exigen al Gobierno español, y también al francés, que «asuman su responsabilidad y coadyuven a un desarme ordenado, controlado, seguro y transparente, en línea con los estándares internacionales que se aplican en casos similares».
En el documento, firmado también por Podemos en Navarra, Geroa Bai y otros sindicatos minoritarios vinculados al nacionalismo como ESK o Steilas, se apuesta también por que el Gobierno vasco y el de Navarra «puedan contribuir» a ese proceso de desarme dadas sus competencias en materia de seguridad, y consideran necesario que los parlamentos de Vitoria y Pamplona, y también desde el País Vasco francés, se pueda realizar un «seguimiento de ese proceso».
De hecho, el Gobierno de Urkullu se ha ofrecido ya varias veces a actuar como mediador en el proceso de desarme. El propio lehendakari lamentaba hace unos días que ETA no hubiera aceptado dicha mediación y advertía a la banda de que el desarme «no se llevará a cabo con los gobiernos español y francés».
Lo que no contiene el documento suscrito por EH Bildu y PNV es ninguna referencia a los pasos que deba dar ETA para llevar a cabo el desarme. Esto ha supuesto que, pese a contar con la firma de Podemos en Navarra, Podemos Euskadi no lo haya suscrito por considerar que se quedaba «corto» al no emplazar a ETA. «Además de al Gobierno español y al francés, es necesario emplazar» a la banda terrorista «porque es quien, al fin y al cabo, tiene toda la responsabilidad sobre el desarme» señaló ayer Lander Martínez, el número tres de la formación morada en Euskadi, que suscribieron un documento propio junto a Izquierda Unida de Euskadi y Navarra, Equo y Batzarre y Podemos Navarra –que firma los dos comunicados – en el que, por ejemplo, se rechazan «escenificaciones propias de tiempos afortunadamente superados» o que un acto de desarme se convierta «en una muestra pública de aquello que tanto ha costado desechar: las armas y lo que significan de imposición violenta y generadoras de víctimas».
El comunicado respaldado por Otegi y Ortuzar llega después de que los cinco detenidos en Louhossoa, en lo que Interior considera una simulación de desarme, hayan sido puestos en libertad. Algo por lo que los firmantes «muestran su satisfacción».