EL CORREO, 9/4/12
El PP y el PSE coincidieron ayer al criticar el tono de los discursos que el PNV y la izquierda abertzale emplearon en sus respectivas celebraciones del Aberri Eguna. Ambas formaciones apreciaron una «pugna» entre los dos grandes bloques nacionalistas por exhibir el discurso «más radicalizado».
El Partido Popular puso, no obstante, un mayor acento en defender la gestión que el Gobierno de Mariano Rajoy está llevando a cabo para el final del terrorismo. El portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso, y el diputado vasco Leopoldo Barreda subrayaron que todas las actuaciones del actual Ejecutivo central están presididas por «la defensa de las instituciones», «la convivencia» y «la aplicación de la ley». Por eso, dijeron no entender la petición que realizó Iñigo Urkullu para que Rajoy «se mueva» por la paz.
Esas palabras son, para Alfonso Alonso, «signos de radicalización» en el discurso de los jeltzales, que, en su opinión, está compitiendo con la antigua Batasuna. El portavoz popular recordó que ETA, aunque ha sido «derrotada», «no se ha ido» y su «proyecto totalitario sigue estando ahí». La banda, sostiene Alonso, intenta que su ideario se haga realidad por una vía diferente. «No por la vía de la violencia, sino por otro camino. Y en este sentido, nosotros vamos a seguir combatiendo el proyecto de ETA», advirtió.
Su compañero en el Congreso Leopoldo Barreda utilizó un tono algo más ácido. Acusó al líder del PNV de haber «perdido una oportunidad muy importante para exigir a ETA su disolución», que «entreguen las armas» y «acaten las libertades democráticas». Recordó que el Gobierno central «hace lo que debe, que es garantizar la democracia y las libertades». Urkullu, a su juicio, «yerra en el momento en el que dirige sus exigencias al Ejecutivo y no a ETA-Batasuna».
El discurso del líder jeltzale constituye, para Barreda, la constatación de que el PNV ha adoptado un discurso «radicalizado, alejado de los intereses de la sociedad vasca» y que busca «un escenario de convergencia con Batasuna». Una tendencia que le recuerda a los tiempos del pacto de Estella y le hace temer «un futuro de división y enfrentamiento entre vascos». «Las preocupaciones de ETA y Batasuna no son las de los demócratas, aunque parece que sí son las de Iñigo Urkullu», subrayó el diputado vasco.
El lehendakari «tenía razón»
Más irónico se mostró el portavoz del PSE. José Antonio Pastor confesó su «alegría» por comprobar que Urkullu se aproxima a la demanda ya realizada por el lehendakari, Patxi López, en septiembre, a favor de una política penitenciaria «más dinámica y flexible».
Pidió, no obstante, al presidente del EBB que «reconozca» que el jefe del Ejecutivo autónomo «tenía razón» cuando en el pleno de Política General trazó su «hoja de ruta para la paz, en la que hacía un llamamiento al Gobierno de España» para que efectuara algunos gestos con los reclusos de ETA. «Estamos en la buena dirección», aseguró Pastor, que demandó del resto de fuerzas «responsabilidad, trabajo, sentido común y discreción para ir avanzando en este nuevo tiempo». El dirigente socialista calificó, no obstante, como una «boutade» la petición de Urkullu para que el lehendakari participe del «akelarre nacionalista» en el que, a su juicio, se ha convertido el Aberri Eguna.
EL CORREO, 9/4/12