Quedan ocho días para el pleno de investidura del diputado general alavés y el PP, aun manteniendo que todavía tiene opciones de que su candidato, Javier de Andrés, ganador de las elecciones, se siente en el sillón foral, reconoce la creciente dificultad de lograr su propósito.
Por el momento, los populares poco más pueden hacer que «esperar y ver», como reconocen fuentes de la ejecutiva del partido y de la dirección alavesa. Ezker Batua (EB) ya ha dejado claro que en ningún caso votará a De Andrés, pero al candidato popular le bastaría para ser elegido con que la formación de izquierdas se votase a sí misma o lo hiciese en blanco. En cambio, el peneuvista Xabier Agirre precisa necesariamente del apoyo de las dos junteras de EB para ser reelegido. Y eso abre el terreno al juego.
Los populares aguardan a conocer el resultado que arrojen las negociaciones en curso entre EB y el PNV, conscientes de que sus opciones pasan por un fracaso de las mismas. Mientras, intentan «mantener engrasada una buena relación» con Ezker Batua, a través de contactos telefónicos entre dirigentes alaveses de ambas partes. Tanto después de las elecciones, cuando el PP trasladó a EB su disposición a sentarse a hablar, como en estas tomas de temperatura, los populares han intentado hacer ver a sus interlocutores la oportunidad que pueden tener desde un papel de oposición a un Gobierno de De Andrés. «Obtendrían más rédito político siendo la auténtica llave de la Cámara y sacarían más propuestas de izquierdas adelante. Sectores de EB en Álava son conscientes de ello», apuntan las fuentes populares consultadas.
El PP, que no va a hacer ningún movimiento negociador, más allá de mantener abierto dicho canal de contactos, hasta conocer qué da de sí el diálogo entre las otras dos fuerzas, fía sus esperanzas a las opiniones que aprecia entre algunos sectores alaveses de EB. «Esperamos que gane fuerza entre sus bases la idea de que no pueden consolidar con sus votos a un PNV que no es de fiar y que la pasada legislatura nunca mantuvo con ellos un trato razonable», aseveran dichas fuentes. A ello se añade el malestar que creen percibir en algunos miembros de EB ante la posibilidad de convertirse en bastón de un PNV alavés varios de cuyos exdirigentes están imputados en la supuesta trama corrupta del caso De Miguel. Quienes en el seno de EB ven menos claro un respaldo a Agirre aducen que si al final termina De Andrés enarbolando la makila de diputado general no será su problema, sino simplemente dejar que gobierne la lista más votada ante la falta de un acuerdo con los peneuvistas.
Fuera de los focos, en la negociación juega un papel relevante el excoordinador general de EB Javier Madrazo, cuyo sector controla la organización alavesa. Dirigentes del PP mantuvieron directamente con él un contacto inicial para mostrarle su disposición a hablar, pero esa vía no se ha vuelto a recorrer. En cambio, las fuentes informantes aseguran tener constancia de que Madrazo ha hablado de forma directa al menos en tres ocasiones con altos responsables del PNV alavés.
En el juego de presiones y resistencias entre la dirección alavesa de EB, apoyada por Madrazo y los suyos, el sector que apoya al coordinador general, Mikel Arana, y la dirección federal de IU, estos dos últimos favorables a cerrar cualquier paso al PP, se resolverá buena parte de la partida. Ello unido a la capacidad negociadora que el PNV muestre ante las propuestas que la formación de izquierdas ha puesto sobre la mesa. «El PNV les va a tratar de convencer de que van a hacer todo lo que planteen. Otra cosa es que lo hagan», ironiza un dirigente popular.
EB ha hecho de una reforma fiscal que incluya la recuperación del Impuesto de Patrimonio y la subida de otros tributos una de sus principales reclamaciones en la negociación que mantiene con el PNV. El PP rechaza una subida de impuestos, por lo que reconoce el alejamiento y la complicación que ello podría suponer a la hora de un entendimiento, «pero teóricamente igual que con el PNV». «No acabo de ver que EB deje comprometido su futuro político en Álava y su papel durante los cuatro años de legislatura por una subida de impuestos», concluye un responsable popular en este territorio.
Agirre también lo ve «complicado»
«Se atisban complicadas». El augurio corresponde al candidato a diputado general del PNV, Xabier Aguirre, al valorar el proceso de negociación que su partido mantiene con EB de cara a lograr su apoyo en el pleno de investidura del máximo cargo foral alavés. No obstante, admite que continúa «cruzando los dedos» para alcanzar un acuerdo. Al referirse a las reuniones con EB, Agirre indicó que están siendo «difíciles y complicadas», pero volvió a manifestar su condición de «optimista» para que las negociaciones culminen «en buen puerto».
Agirre respondía así a la valoración de la portavoz de la Comisión Negociadora de EB, Kontxi Bilbao, que avisó de que no están dispuestos en su formación a apurar las conversaciones hasta el último momento». Para el candidato jeltzale, son manifestaciones «que forman parte de la escenificación en cualquier negociación», aunque se mostró partidario de no apurar los temas «hasta el final», aunque «aún tenemos tiempo», reconoció.
Preguntado a cerca de las posibilidades de acuerdo entre los dos partidos en el ámbito fiscal, el candidato del PNV ha afirmado que «siempre existen posibilidades de acuerdo, aunque dependen de la actitud de las partes». Para Agirre, «nosotros hemos hecho propuestas a EB que son absolutamente aceptables y razonables dentro de lo que puede ser su posicionamiento en ese tema, las tendrán que valorar, y seguiremos hablando y negociando a este respecto», concluyó.
Las propuestas de las candidaturas a diputado general deberán presentarse ante la Mesa Foral antes de las nueve horas del próximo 4 de julio.
EL PAÍS, 30/6/2011