El Correo 30/11/12
El cese del terrorismo sigue sin unir a los vértices de la política vasca, incapaces de consensuar un relato de lo sucedido durante las décadas de terrorismo en Euskadi, la gestión de la violencia y la reparación de las víctimas. Pero una alianza insólita se escenificó ayer en Orduña. El equipo de gobierno, de Bildu, y el edil del PP consensuaron una moción de reconocimiento a las víctimas muy alejada del lenguaje que históricamente ha utilizado la formación que lidera Antonio Basagoiti para referirse a la violencia y a las consecuencias del terrorismo.
De hecho, ambos grupos presentaron una propuesta conjunta que hacía referencia a uno de los crímenes más atroces de ETA: el secuestro y posterior asesinato del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco. El documento consensuado mostraba el «hondo pesar» por el atentado acaecido hace 15 años. En el texto, al que pudo acceder EL CORREO, ambas formaciones afirmaron tener un «claro compromiso en contra de la violencia y las amenazas» al tiempo que hicieron hincapié en la necesidad de alcanzar el «respeto y reconocimiento de todas las víctimas».
Redactado con una retórica más propia de la coalición abertzale, la moción apeló a «organizaciones, partidos y agentes sociales a impulsar el reconocimiento, compensación y ayuda a todos» los afectados por «el conflicto», que ha «acarreado consecuencias muy duras de una u otra manera». La buena sintonía entre el único concejal popular, José María Beaskoetxea, y el ejecutivo local que lidera Carlos Arranz, facilitó la consecución del «acuerdo político» en el que, a cambio, Bildu retiró algunos puntos –referentes a la tomar como base la convención de Aiete– contenidos en la moción presentada en julio en varios ayuntamientos vizcaínos.
Asimismo, las dos agrupaciones rechazaron la proposición jeltzale, en la que se reiteraba la «condena y repulsa» al asesinato de Blanco y «por extensión, la de toda la actividad criminal» de ETA, así como la adhesión a los contenidos de la Ponencia de Paz del Gobierno vasco.