EL PAÍS, 3/8/2011
La intervención en apoyo de los presos de ETA que el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, de Bildu, realizó anteayer en Azpeitia, en uno de los principales actos institucionales en que participaba desde su elección en junio, ha avivado los nunca apagados temores del PP por la actitud de la izquierda abertzale y la sinceridad de su apuesta democrática. Distintos dirigentes populares pusieron ayer voz a ese recelo y malestar, tanto en Madrid como en Euskadi.
El responsable de Comunicación popular, Esteban González Pons, una de las voces que en el partido siempre han asumido el discurso más duro en esta materia, aseguró tras un acto de Nuevas Generaciones en Madrid que Bildu «está poco a poco mostrando su verdadera cara».
Pons recuperó planteamientos que su partido mantuvo antes de los comicios de mayo, como que «Bildu es ETA, y conforme pase el tiempo se verá más claro» o las críticas al Tribunal Constitucional por haber permitido la presencia de la coalición en las municipales y forales. «Los magistrados del Constitucional se estarán ahora dando cuenta del tremendo error político y jurídico que cometieron», sostuvo.
El presidente del PP guipuzcoano, Borja Sémper, prefirió limitar sus críticas solo a la actitud del propio Garitano, quien «cada día que pasa se aleja más de la realidad vasca y demuestra que no es, ni mucho menos, el representante de todos los guipuzcoanos». Sus acciones, abundó Sémper, ponen en evidencia «su vergonzosa actitud con ETA».
Preguntas a Ares
El PP vasco ha registrado en la Cámara de Vitoria a través de su parlamentario Carlos Urquijo una serie de preguntas a la consejería de Interior, que encabeza Rodolfo Ares, sobre la concentración en apoyo de los presos etarras anteayer en Azpeitia.
La asociación de familiares de reclusos Etxerat organiza desde hace años este acto a las puertas de la basílica de Loyola en la celebración de san Ignacio. Los populares quieren saber si la concentración había sido comunicada previamente a Interior y las posibles medidas tomadas contra los asistentes.
La lehendakari en funciones, Isabel Celaá, presente en el mismo acto que Garitano, lamentó en Radio Nacional que el diputado general no se acordase «del sufrimiento horroroso de las víctimas desaparecidas y de sus familias».