El PP dobla a un PSOE rematado por su crisis y muy por debajo de Podemos

ABC 08/11/16

· Los socialistas pierden casi seis puntos desde el 26-J y los de Iglesias saltan al segundo puesto, pero sin apenas ganar votos

Si el PSOE hubiera mantenido el «no» en la investidura de Mariano Rajoy, su resultado en las terceras elecciones a las que se abocaría España habría sido catastrófico, como se refleja en el último barómetro del CIS, que se realizó a principios de octubre y se hizo público ayer. El PP ha aumentado su ventaja electoral desde el 26 de junio, mientras que el fuerte retroceso del PSOE, en plena crisis interna, permite a Unidos Podemos colocarse en segunda posición sin apenas avanzar en sus votos. Ciudadanos se mantiene en cuarto lugar de forma estable.

Aquel fantasma de la repetición de elecciones se esfumó el pasado 29 de octubre, cuando el Pleno del Congreso dio su confianza a Rajoy como presidente del Gobierno, con 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones (del PSOE). Pero el CIS indica ahora cuál habría sido el escenario previsible si el PSOE hubiera decidido mantener el bloqueo político.

El trabajo de campo del barómetro se realizó entre el 1 y el 10 de octubre. Recoge por tanto todo el impacto del tormentoso Comité Federal socialista del 1 de octubre, que terminó con la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general y con la formación de una gestora, presidida por Javier Fernández, proclive a cambiar el «no es no» por la abstención.

Caída continua
Pero el desplome del PSOE viene de atrás, ya que otras encuestas, como la de GAD3, realizadas en septiembre indicaban una subida del PP y una fuerte caída del PSOE de Sánchez, en clara tendencia a la baja como se comprobó el 26 de junio, cuando su partido pasó de 90 a 85 diputados.

Cuando se realizó este estudio del CIS, Rajoy había dejado ya atrás su investidura fallida, la del 2 de septiembre, en la que logró 170 votos a favor y 180 en contra. Pero su postura seguía teniendo el apoyo mayoritario en la calle, y el PP alcanzó el 34,5 por ciento de los votos a principios de octubre, 1,5 puntos más que el 26-J. El CIS no hace asignación de escaños en este tipo de barómetros, pero con ese porcentaje el PP podría haber superado fácilmente los 140 diputados.

El partido de Rajoy es el que más sube en estimación de voto y dobla a su principal adversario, el PSOE, que se queda con un 17 por ciento. Nunca habían caído tan bajo los socialistas, que el 26-J se quedaron en un 22,6 por ciento, con solo 85 diputados, su peor resultado en la democracia.

El PSOE, roto y en estado explosivo en esos primeros días de octubre, tuvo que elegir entre quedarse con los 85 diputados que ya tenía, permitir gobernar a Rajoy y hacer oposición, o ir a otras elecciones, quedar tercero y quizás no llegar a los 60 escaños. Eligió, en su Comité Federal del 23 de octubre, la primera opción.

La crisis interna socialista ha permitido a Unidos Podemos consolidarse en las encuestas como segunda formación nacional. El CIS le da una estimación de voto del 21,8 por ciento, frente al 21,15 por ciento del 26 de junio. Este dato incluye a todas sus marcas territoriales (En Comú Podem, Compromís y En Marea). Como se ve, la formación de Pablo Iglesias apenas avanza entre la gente, se estanca y no es capaz de atraerse la fuga de votos del PSOE.

 

· PP y C’s aumentan su ventaja sobre la izquierda Los partidos de Rajoy y Rivera suman el 47,3% de votos, frente al 38,8% de PSOE y Unidos Podemos, 8,5 puntos de ventaja frente a los 2,2 del 26 de junio El partido de Mas y Homs, más pequeño Convergència cae hasta el 1,7% de voto, mientras que ERC sube al 3%; en las elecciones de diciembre la distancia era tan solo de una décima

 

Votos recuperables
Precisamente, el hecho de que Podemos no tenga capacidad de sumar a los votantes que dejan el PSOE en esta última etapa puede permitir a los socialistas mirar el futuro con más optimismo, ya que podrían considerarse votos recuperables, alejados de su partido de manera puntual.

Hay un dato en este barómetro de octubre muy significativo en ese sentido. El CIS pide a todos los entrevistados que puntúen a cada partido de 0 (no lo votaría nunca) a 10 (lo votaría siempre). Pues bien, el partido nacional que produce más rechazo a los ciudadanos es Podemos, el más cercano al 0 (con un 2,37), y el que recibe más apoyo general es el PSOE, con un 2,99.

El cuarto partido en estimación de voto sigue siendo Ciudadanos, con un dato más o menos estable, pero que no acaba de subir. El partido de Albert Rivera logra un 12,8 por ciento, frente al 13 por ciento de las elecciones de junio, y el 12 por ciento que registró en el barómetro de julio. Un resultado que indica que su estrategia en estos últimos meses, de apoyo a la candidatura de Rajoy para que España saliera del bloqueo político, no tendría un precio electoral para el partido naranja, sino el apoyo de su electorado.

Si sumamos los votos por bloques políticos, el resultado es llamativo. El PP y Ciudadanos alcanzan, entre los dos, el 47,3 por ciento de los votos. El PSOE y Unidos Podemos se quedan en un 38,8 por ciento. El centro derecha supera a la izquierda por casi nueve puntos. El escenario del 26 de junio era este: PP y Ciudadanos sumaron el 46 por ciento, mientras que el PSOE y Unidos Podemos llegaron al 43,83 por ciento. La grieta, como se ve, se ha hecho más grande.

ERC engulle a CDC
En este último barómetro del CIS hay un dato para la reflexión de los nacionalistas catalanes. El partido independentista hegemónico es ya, sin duda, ERC, que consigue un 3 por ciento en estimación de voto, frente al 1,7 por ciento de Convergència Democrática de Cataluña (CDC), partido que poco a poco va quedando engullido por la formación de Rufián, Tardà y Junqueras. En diciembre, ERC obtuvo un 2,39 por ciento de los votos, mientras que la candidatura de Convergencia se quedó en un 2,25 por ciento. Diez meses después, la distancia se ha hecho mucho más grande.

El 26-J, el 12 por ciento de los españoles reconocen que tuvieron dudas a la hora de votar entre varios partidos o coaliciones. La principal duda que existió fue entre el PP y Ciudadanos (un 16 por ciento), mientras que un 14 por ciento estuvo debatiéndose entre el PSOE y Unidos Podemos, y otro 12 por ciento entre el Partido Socialista y Ciudadanos. Solo un 7,1 por ciento tuvo dudas entre dar su papeleta al PP o bien entregársela al PSOE.