EL MUNDO – 04/06/16
· Génova es consciente de que puede haber más declaraciones y de que ‘disparará’ tras el 26-J.
El PP ha vuelto a defenderse de los dardos que esconden los discursos de José María Aznar con la táctica de hacer que no los ha visto. Un día después de que el ex presidente del Gobierno reclamara los «sacrificios personales» que en estos momentos sean necesarios –en alusión velada a una retirada de Mariano Rajoy tras el 26-J como fórmula para alcanzar un acuerdo entre los partidos «de ideario democrático» que impida el ascenso de Podemos–, los populares optaron ayer por no darse «por enterados ni por aludidos». Ni sobre esta insinuación ni sobre sus críticas a la estrategia de polarizar la campaña con el partido de Pablo Iglesias.
«Es más de lo mismo. Lleva así mucho tiempo», aseguraron fuentes del partido. «Mientras no haya un ataque explícito a Rajoy o al PP no vamos a reaccionar», señalaron. En Génova tienen muy claro que no van a polemizar con Aznar y menos aún en plena campaña electoral. De hecho, cuando hace unos días el ex presidente puso en jaque el relato económico del Gobierno, con reproches al elevado nivel de endeudamiento y al incumplimiento del déficit, nadie del partido salió a criticar a Aznar. Todo se minimizó.
En cambio, desde el Ejecutivo sí se defendió su gestión. Lo hizo el propio Rajoy en una entrevista en El Correo, donde dijo que él había rebajado más el déficit que Aznar. Y también De Guindos, que destacó que este Gabinete lo había hecho en plena recesión.
A partir de ese momento el vaso se desbordó. El ex presidente replicó a estos comentarios con un artículo en ABC en el que reivindicó su gestión y, una semana después, ha continuado expresando sus opiniones –en este caso sobre Podemos y el futuro de España– aprovechando el acto de clausura del año académico del Instituto Atlántico de Gobierno, la escuela para líderes que él preside.
Dos pronunciamientos en dos semanas. En el PP son conscientes de que puede haber nuevas declaraciones del ex presidente hasta el 26-J. Fuentes populares aseguran que se está viviendo una situación «de tensión» inédita entre los entornos de Aznar y de Rajoy. El punto de inflexión fue la filtración de los datos fiscales del ex presidente, que él, en privado, atribuye directamente al Gobierno como venganza por sus críticas.
En Génova dan igualmente por seguro un nuevo correctivo del ex presidente el día después de las elecciones, cuando inaugurará el campus de Faes. Pero, mientras tanto, la consigna es no replicar. El primero en aplicárselo ha sido Rajoy. El jueves, en su participación en una tribuna del Diario de Burgos, contestó a las preguntas sobre él afirmando únicamente: «Las relaciones entre José María Aznar y yo son estupendas y no hay nada más que decir». Anoche, en su entrevista en el telediario de TVE, optó por una respuesta igual de protocolaria. Fuentes de Génova confirman que sería una «locura» responder a Aznar en medio de una campaña electoral.
El vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto, fue uno de los pocos ayer en profundizar en el tema y en defender que, pese a las «polémicas», Aznar «tira del carro» del PP, al igual que hacen «todos» sus miembros. En unas declaraciones en Vitoria, Maroto se mostró en contra de «discutir dentro de casa». Hay que «estar fuertes dentro de casa», sostuvo, con el fin de «dar ánimo a todas las personas moderadas para que el 26 de junio acudan a votar unidos en torno» al PP.
En declaraciones a Telecinco, el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, defendió por su parte que el ex presidente no se refería a Rajoy con su petición de «sacrificios personales». Según Hernando, Aznar lo decía por Pedro Sánchez y Albert Rivera.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se negó a hacer «interpretaciones de interpretaciones», pero sí justificó la estrategia de polarización de la campaña, criticada por Aznar. «Creo que a cada uno de los partidos le corresponde explicar lo que va a hacer y poner de manifiesto los riesgos que considera que puedan pasar en España si se cambian las políticas económicas. Yo creo que una campaña es fundamentalmente explicación», manifestó. Fue la respuesta más clara que ayer se le dio al ex presidente, precisamente de la persona a la que, según fuentes del PP, éste responsabiliza de la filtración de sus datos fiscales a un medio de comunicación.
EL MUNDO – 04/06/16