EL MUNDO – 19/06/16
· El PP logra 124-129 escaños, insuficientes para formar Gobierno con el único apoyo de Ciudadanos.
· Unidos Podemos salta hasta los 86-92 diputados mientras que el PSOE se hunde con 73-78 puestos.
España regresa a la casilla de salida. O la última semana de campaña mueve el tablero o el 27-J, el escenario político contemplado en su conjunto, arrojará el mismo problema que tras el 20-D. No hay coaliciones naturales ni fáciles para formar Gobierno. Sólo una posibilidad, y entraña, hoy por hoy, impedimentos de raíz: la gran coalición PP-PSOE. Todo lo demás se presenta muy complicado porque ninguna de las parejas imaginables sumaría los votos suficientes sin el concurso de formaciones nacionalistas o independentistas.
El PP será, según la macroencuesta de Sigma Dos para EL MUNDO, la fuerza que ganará de nuevo los comicios. Superará su resultado de diciembre en votos y en escaños –30,5% frente a 28,7% y entre 124 y 129 diputados frente a 123–, pero la distancia que le queda para la mayoría absoluta es tan grande –47 escaños en el mejor de los casos– que sólo podría cubrirla sumando con el PSOE, un partido que pierde definitivamente la segunda posición política –acumulará el 20% de los votos frente al 22% de diciembre– en aras de la coalición Unidos Podemos.
El sorpasso a los socialistas que han ido anunciando todos los sondeos queda confirmado. El partido encabezado por Pedro Sánchez ve cómo se hunde su suelo al pasar de los 90 diputados que obtuvo el 20-D, y que ya fueron su peor resultado histórico, a una horquilla que en el supuesto más favorable le vaticina 78 escaños y en el peor, 73.
Por el contrario, la formación liderada por Pablo Iglesias, gracias a su alianza con Izquierda Unida y al empuje de sus confluencias, conseguirá unos datos realmente importantes: se apuntará uno de cada cuatro votos (24,8%) y ocupará entre 86 y 92 escaños. Unidos Podemos, en definitiva, se situará a sólo cinco puntos y medio del Partido Popular.
Con estas perspectivas, si el PSOE descarta, como hasta ahora, un pacto de gobierno con el PP, sólo podría volver sus ojos hacia una alianza con el partido de Pablo Iglesias más alguna formación de corte independentista, porque solos, Podemos y PSOE, se situarían, si los dos logran el nivel más alto que les pronostica el sondeo, 170 escaños, es decir, a falta de seis para la mayoría absoluta. Los socialistas, por supuesto, en ese caso, irían de segundos ya que, de alcanzarse una suma de este tipo, el Gobierno resultante estaría encabezado por el líder del partido morado.
Este escenario, sin embargo, se presenta altamente improbable habida cuenta de que un resultado tan malo del socialismo, de confirmarse, desatará un auténtico terremoto en Ferraz que muy previsiblemente se llevará por delante el liderazgo de Pedro Sánchez.
El PSOE, en ese caso, entrará en un periodo de dirección interina con una gestora al frente que debería decidir in extremis si suma fuerzas con el PP para formar un Ejecutivo con respaldo sólido –más de 200 diputados– capaz de evitar la celebración de unas terceras elecciones.
Mariano Rajoy asegura estar dispuesto a tender la mano de nuevo a los socialistas para desbloquear, con un Gobierno de gran coalición, la situación política. En Moncloa han analizado cuidadosamente este escenario que podría ser el resultado de un pacto de gobierno, de manera que en el Consejo de Ministros se sentaran juntos representantes de los dos partidos históricos y que, incluso, podría llegar a contar con el apoyo de Ciudadanos.
Más allá de esta ecuación, sólo cabe suponer un Ejecutivo en minoría fruto de un acuerdo PP-Ciudadanos –sumaría entre 159 y 169 escaños– que tendría que contar para la investidura con la abstención del PSOE y, después, hacer equilibrios de pacto constante para aprobar leyes en el Congreso. Esta fórmula, sin embargo, no comportaría ventaja alguna para los socialistas ya que, una vez formado el Gobierno, ni siquiera podrían encabezar la oposición parlamentaria, un puesto que a la luz de los resultados está reservado claramente para los de Pablo Iglesias.
En cualquier caso, de alcanzarse un acuerdo de este tipo, si se tiene en cuenta la posición que esgrime en esta campaña el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, exigiría, sin duda, que Rajoy diera un paso atrás y permitiera que fuera otro nombre popular, limpio como la patena de vínculos con los casos de corrupción, el que encabezara el proyecto y el hipotético Gobierno.
Y es que la encuesta señala que C’s, pese a conseguir dos décimas más en intención de voto que lo que obtuvo en las elecciones de diciembre –14,1% frente a 13,9%–, podría llegar a perder hasta cinco escaños. Si el 20-D obtuvo 40 diputados, ahora sus perspectivas se mueven en una horquilla que va de 35 a 40.
En definitiva, de la repetición de los comicios el gran beneficiado será Podemos que, tras la alianza con IU, da un salto espectacular en representación. Si el 20-D la suma del partido de Iglesias y sus confluencias con IU alcanzaba un total de 71 diputados, ahora, presentándose juntos a las urnas, están en condiciones de añadir a su cuenta entre 15 y 21 puestos más.El millón de votos que aporta IU como dote se rentabiliza de sobra y permite, gracias a la Ley D’Hont, ganar el último escaño, e incluso más, en buen número de plazas.
Si, como parece pronosticar la encuesta, la situación de bloqueo se mantiene, los partidos tendrán que hacer muchos esfuerzos y concesiones para conseguir que los ciudadanos cambien su percepción respecto al momento que vive el país. Ahora, un 70,8% opina que la situación es mala. Así lo cree el 61% de los simpatizantes del PP; el 73% de los del PSOE; el 75,6% de los de Podemos; el 65% de los de Ciudadanos y el 82% de los de IU.
La fórmula más fácil dentro del complejo panorama que se presenta –la coalición PP-PSOE– no suscita un apoyo abrumador. De lograrse, un 36% se mostraría conforme. Si el foco se amplía para sumar a la misma a C’s, el apoyo crece al 39%. Y si lo que finalmente se consuma es la alianza de centro derecha PP-C’s, un 45% estaría a gusto.
No sucede lo mismo cuando la opción que se ofrece es PSOE-C’s-Podemos. Un 72% asegura no ser partidario y el porcentaje sube al 79% si los que se pronuncian son los votantes de Rivera.
El pacto PSOE-Podemos, por su parte encuentra el rechazo de más de la mitad de los votantes socialistas (56%), aunque es muy bien acogido por los de la formación morada.
Cuando sobre la mesa se plantea todo el abanico posible de acuerdos de Gobierno, y no uno por uno, las simpatías se dirigen con más claridad hacia la alianza de izquierdas PSOE-Podemos (24%) empujadas por los votantes de esta última fuerza (71%). La siguiente opción, escogida por uno de cada cinco, sería PP-C’s y, paradójicamente, puestos a elegir al libre albedrío, la que menos entusiasmo atrae es la coalición PP-PSOE que sólo es señalada como primera opción por el 10,8%.
EL MUNDO – 19/06/16