EL CORREO 07/07/14
La parlamentaria vasca del PP Laura Garrido reclamó ayer «sensatez y sentido común» al PNV para evitar que la formación jeltzale se equivoque y tome «el camino de la confrontación» con el Gobierno de Madrid. «Urkullu hablaba el otro día de hartazgo, vemos declaraciones similares de Aitor Esteban, de Ortuzar, de Erkoreka… El camino del pataleo no lleva a ningún sitio», señaló la dirigente popular alavesa. Garrido recordó a la formación nacionalista que Euskadi «no es uniforme» y tampoco en su territorio impera «un pensamiento único».
Criticó, en este sentido, que su partido no detecta «una actitud positiva» en el PNV, cuyos líderes, «empezando por Íñigo Urkullu, parece que no buscan el entendimiento y el encuentro. Están más en la pataleta». Por contra, ante esta falta de disposición, la parlamentaria destacó el constante ofrecimiento del PP para «anteponer el interés general de los vascos a intereses partidistas», tal y como sucedió con el pacto fiscal o su abstención a la hora de votar los Presupuestos de 2014.
Asimismo salió al paso de la afirmaciones realizadas ayer por el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, en las que aseguró que al lehendakari nunca le ha hecho falta «la intermediación» de la líder de los populares vascos, Arantza Quiroga, para poder «comunicarse con Mariano Rajoy». Garrido señaló que el PP de Euskadi, cuando se le ha llamado, ha estado «ahí» para propulsar «encuentros y entendimientos».
«Hay una relación con el PNV también a nivel de España, otra cosa es que Urkullu quiera plantear a Rajoy un nivel de exigencia con sus cuestiones partidistas», añadió la parlamentaria en la Cámara de Vitoria. Garrido reconoció que las relaciones entre ambas formaciones están «normalizadas» y son «de respeto institucional». No obstante, quiso remarcar que «Urkullu debe entender que Mariano Rajoy no está para hablar de la política penitenciaria porque él lo quiera sin más o del problema de los presos». En su opinión, la legislación es «muy clara» en este sentido y marca «unas condiciones». A los reclusos de ETA se les aplica «de forma individualizada y con los requisitos», establecidos.