Los incidentes de Elorrio elevan el temor entre los cargos populares a que se extienda la presión de la izquierda abertzale
El comité ejecutivo del PP vasco reunió ayer en Bilbao a su plana mayor para repasar el escenario municipal creado en Euskadi tras la constitución de los ayuntamientos. Además de dar cuenta de los pactos alcanzados con el PSE y, en menor medida, con el PNV, la dirección del partido se hizo eco de una de las propuestas más demandadas por sus concejales: la seguridad.
Los populares no comparten la decisión de la consejería de Interior del Gobierno vasco de reducir las escoltas y así lo reiteraron en el cónclave de ayer. Entre algunos ediles ha cundido un cierto temor a que esta rebaja de la protección les haga más vulnerables a la presión de la izquierda radical, después de los incidentes registrados en Elorrio. La situación es más acuciante en los 33 ayuntamientos en los que la formación de Antonio Basagoiti tiene un único edil representado, ya que coinciden en la mayoría de los casos con municipios donde Bildu es la fuerza hegemónica.
Por este motivo, el PP pide que no se rebaje la seguridad de sus concejales, sobre todo de los más expuestos, a pesar de la tregua decretada por ETA, de la desaparición de la kale borroka y del compromiso anunciado por la coalición soberanista para evitar que la banda «sea un obstáculo en el proceso de paz». La dirección de los populares informó ayer a sus cargos de los escritos enviados a la consejería de Interior que gestiona Rodolfo Ares para que, «en la medida de lo posible», se mantengan los niveles de protección.
Al parecer, la caída del número de escoltas llegará al 50% de la plantilla actual a finales del verano, aunque algunos de los nuevos concejales, la mayoría populares y socialistas, han visto ya reducida la dotación de vigilancia de dos profesionales a uno. Dentro de esta reordenación del servicio, Interior también rebajará la cifra de vehículos blindados.
Menos escoltas
Los departamentos de Interior del Gobierno central y vasco han diseñado este plan de reducción de escoltas a los cargos públicos del PSE y del PP. De forma progresiva, han acordado eliminar la protección a los concejales que han dejado de serlo en las últimas elecciones. La medida, calificada de «racionalización» del servicio por sus promotores, supondrá dejar en el paro a más de 300 guardaespaldas.
El comité ejecutivo del PP debatió ayer cuestión, con el ánimo de que sería conveniente mantener temporalmente los actuales niveles de seguridad para sus cargos públicos. No sólo por temor a ETA, sino por una eventual extensión de la presión en los feudos de la izquierda abertzale, vista la tensión desencadenada contra el único edil del PP en Elorrio, Carlos García, para quien la ejecutiva del partido tuvo ayer una mención especial. Su apoyo a la candidata del PNV cerró el paso a la Alcaldía a Bildu.
El PP tiene representación en 77 municipios vascos. En 33 de ellos, con un único concejal: 15 en Álava, 10 en Vizcaya y 8 en Guipúzcoa. Los populares aspiran a que el Gobierno vasco no baje la guardia en estas localidades, al menos, hasta comprobar que el día a día de la actividad municipal funciona con normalidad y que el final de ETA es irreversible.
Por su parte, la expresidenta del PP vasco María San Gil consideró ayer «precipitada» la medida» de reducir las escoltas porque, en su opinión, no se sabe «qué va a hacer Bildu». En cualquier caso, subrayó que espera que esa decisión se haya adoptado « en clave de seguridad y no en clave económica».
El comité ejecutivo del PP de Euskadi también destacó que afronta el mandato municipal con más alcaldes que nunca -siete, todos en Álava, incluida Vitoria-. El secretario general del partido, Iñaki Oyarzábal, reiteró que no tiran la toalla para lograr el liderazgo de la Diputación alavesa, donde los populares son la primera fuerza, y que hoy aspiran a asumir la presidencia de las Juntas de ese territorio.
EL CORREO, 15/6/11