EL DIARIO VASCO, 27/7/2011
El TAV, la regeneración de Pasaia, la incineradora, Tabakalera, la fusión de las cajas… Son algunos de los 24 proyectos que el PP vasco quiere «blindar» frente a la gestión de los nuevos gobernantes de Bildu en numerosas instituciones, principalmente en Gipuzkoa.
Son planes que los populares vascos consideran «cruciales» para el desarrollo del País Vasco y que, según auguran, la coalición abertzale va a intentar obstaculizar o frenar en los próximos cuatro años de legislatura. Es por eso que Antonio Basagoiti considera indispensable hacer un frente común con PNV y PSE «no contra Bildu», defiende, sino «a favor de Euskadi».
La propuesta fue remitida ayer a los máximos responsables de ambos partidos, aunque fuentes próximas a Iñigo Urkullu y a Patxi López aseguraban no haberla recibido aún. En una primera valoración, sin embargo, los jeltzales se mostraron contrarios a secundar lo que consideran una «estrategia de imagen» mediática y un «ejercicio de ilusionismo político», mientras que los socialistas sí se mostraron «interesados» en estudiar un asunto que, según la portavoz del Ejecutivo vasco Idoia Mendia, sintoniza con el «acuerdo de país» que planteó en su día el lehendakari.
El PP era consciente de estas posiciones de antemano. Y, por ello, ayer su presidente remarcó, a sabiendas sobre todo de la negativa jeltzale de formar «un bloque de oposición» a tres, que es una propuesta «abierta», sujeta a aportaciones de sus interlocutores y a «tantos cambios como sea menester». Basagoiti aludió especialmente a la «responsabilidad» de los jeltzales, necesarios para el éxito de esta empresa, a quienes intentó convencer de la necesidad de llegar a un acuerdo en este sentido, aunque sea «discreto».
Pero a los peneuvistas, de entrada no les ha parecido precisamente discreto que Basagoiti, acompañado del presidente del partido en Gipuzkoa, Borja Sémper, anunciara en los medios de comunicación sus intenciones, especialmente dirigidas a este territorio, donde Bildu ostenta el Gobierno de la Diputación de Gipuzkoa y de la mayoría de ayuntamientos.
La falta de entendimiento en la estrategia postelectoral antes de la formación de gobiernos no significa, sin embargo, que ahora, aunque sea de forma puntual, el PNV no sume sus votos a los del PP y el PSE para defender proyectos que, en Gipuzkoa, han sido liderados precisamente por los jeltzales. «No pueden negarse, cuando dicen ser una formación que trabaja por el desarrollo de esta tierra», añadió Basagoiti.
Una exigencia a la que los jeltzales respondieron poniendo en valor su «responsabilidad y compromiso» en todas las instituciones «en defensa de los intereses» vascos y recordando que «un buen número de acuerdos e infraestructuras» propuestas por el PP ya se han conseguido «gracias al PNV».
Para los populares vascos, la llegada a las instituciones de la coalición abertzale «no puede ni debe parar» proyectos «cruciales» que, según Basagoiti, buscan el desarrollo del país. «Sería una irresponsabilidad dejar Euskadi en manos de una formación como ésa, que da la espalda» a esos planes, aseguró, y que con dirigentes como el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano -puso como ejemplo- «se niega a la modernidad».
«Aldea prerromana»
«Quieren ver Euskadi como una aldea prerromana», advirtió. Quieren «volver al carro de bueyes», señaló de forma exagerada para intentar visualizar las supuestas consecuencias que tendría la aplicación del programa de Bildu, que ha mostrado su oposición a algunos asuntos como la incineradora en Zubieta, uno de los prioritarios en la agenda abertzale, o el Metro de Donostialdea.
La coalición se «niega al desarrollo y a la modernidad», remarcó Basagoiti, quien incluye en su lista muchos proyectos ubicados en Donostia, como los desarrollos urbanísticos en Auditz Akular o Riberas de Loiola; culturales como Tabakalera o deportivos como la remodelación del estadio de Anoeta. A falta de que Bildu fije su posición respecto a gran parte de ellos, el PP vaticina que la coalición intentará «vetar» la mayoría, por lo que llama a unir fuerzas en los plenos municipales o parlamentos forales en los que la formación abertzale no ostente una mayoría absoluta.
«Pedimos un ejercicio de altura de miras político», insistió Sémper. Una estrategia que permita «dejar de lado» las diferencias entre los tres partidos y permita «acordar en los proyectos que transmiten confianza y seguridad» a los ciudadanos, defendió el presidente popular en Gipuzkoa.
Según Sémper, que por el momento ha trasladado su intención de no mantener con Bildu más relación que la estrictamente institucional, la coalición ya ha intentado «marginar» al PP vasco en diferentes ámbitos públicos. Pero advirtió de que «no lo consiguieron en el pasado y tampoco lo van a conseguir en el futuro».