EL ECONOMISTA 04/04/15
El Partido Popular (PP) no encuentra la estrategia política adecuada para hacer frente a Ciudadanos (C’s), la formación de Albert Rivera, y para frenar el auge de votos que está experimentado y que se plasmó en las recientes elecciones andaluzas con nueve escaños en el Parlamento autonómico.
Dirigentes nacionales del PP reconocieron que el daño que está causando este nuevo partido es «terrible» porque por primera vez en más de dos décadas ha abierto una «brecha» en el voto del centro derecha, al conseguir que los ciudadanos perciban al partido naranja como una opción liberal con recetas económicas de derechas y políticas sociales de izquierdas.
En el PP existe una «gran preocupación» sobre las consecuencias electorales que puede tener la presencia de Ciudadanos en los comicios municipales y autonómicos del próximo 24 de mayo, en las que la formación que lidera Mariano Rajoy se juega el poder de 10 comunidades autónomas y más de 3.700 alcaldías en toda España.
En la cúpula popular admiten que Ciudadanos «ha dividido» el voto del centroderecha, como se puso de manifiesto en las elecciones autonómicas al Parlamento de Andalucía del pasado 22 de marzo, en las que el PP cayó de 50 a 33 escaños y perdió medio millón de votos, mientras que el partido de Rivera irrumpió con fuerza en la cámara regional al lograr 9 escaños y casi 370.000 votos. «No damos con la tecla», afirma un alto cargo del PP con años de experiencia.
En el partido de la gaviota lamentan que las tácticas utilizadas hasta ahora contra Ciudadanos no están dando resultados, puesto que la nueva formación sigue subiendo en las encuestas y se presenta con una «imagen inmaculada» ante los ciudadanos.
Qué estrategia seguir
El problema, aducen las fuentes consultadas, es que «no acertamos en la estrategia». Primero se optó por ignorar el peligro que entrañaba y, al comprobar su crecimiento, se pasó a criticar con dureza al partido y a su líder, Albert Rivera. En el PP se declaran arrepentidos de declaraciones como la que el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, dedicó hace unas semanas a Ciudadanos, al referirse en rueda de prensa a esta formación como la de «naranjito» y meterla en el mismo saco que los «morados» de Podemos y «magenta» de UPyD.
Aquellas palabras provocaron una reacción inmediata de Albert Rivera, que se declaró orgulloso de ser «naranjito» y emprendió una campaña de reafirmación en las redes sociales utilizando la imagen de la mascota del Mundial de Fútbol de 1982, que acogió España con la fruta ‘Naranjito’ como emblema publicitaria de aquella cita deportiva. «Ese fue un gran acierto de Rivera», reconoce uno de los responsables de la campaña electoral del PP para las municipales y autonómicas del 24 de mayo.
Otro dirigente sostiene que esas declaraciones de Rafael Hernando son el mejor ejemplo de que el partido «no acierta con la estrategia» para frenar a Ciudadanos. «Lo hemos probado todo».
Frente a esa táctica, otros responsables populares apuestan por la que las candidatas de Madrid, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, han utilizado en los últimos días con Ciudadanos, al alabar públicamente a su líder como «un gran político» y manifestar sin reparos en una entrevista de televisión que «es una pena que no esté en el PP».