EL PAÍS 22/05/16
· La nueva alianza de izquierdas logra desplazar a los socialistas de la segunda posición y les aventaja en tres puntos
Con el giro estratégico de última hora que ha supuesto la coalición con Izquierda Unida, Podemos no solo logra remontar el desgaste de imagen que le han provocado meses de bloqueo político. Sale incluso ganando, según la encuesta elaborada por Metroscopia para EL PAÍS. La nueva alianza de izquierdas logra desplazar a los socialistas de la segunda posición y les aventaja en tres puntos. El Partido Popular obtiene rendimiento de la inacción de Rajoy y se consolida como primera fuerza, con más apoyo incluso que el que obtuvo el 20-D.
La estimación de voto calculada por Metroscopia se basa en una expectativa de participación especialmente baja: un 68%. Serían cinco puntos menos que el pasado 20-D, y seis menos que la media histórica desde que hay democracia. Esa baja participación, como ya han indicado anteriores sondeos, favorece al PP, que tiene un suelo de votantes más fiel que el resto de partidos.
Según la encuesta de Metroscopia, Mariano Rajoy consolidaría su primera posición con un apoyo del 29,9%, un punto y dos décimas más que el respaldo que obtuvo en las pasadas elecciones de diciembre.
El pulso electoral, cada día en EL PAÍS
Con la publicación de los resultados de este sondeo electoral realizado por Metroscopia, EL PAÍS comienza una exhaustiva cobertura demoscópica con la vista puesta en las elecciones del próximo 26 de junio. Cada día se publicarán cuadros, gráficos, informaciones y análisis a partir de los datos obtenidos por Metroscopia. La cobertura incluirá varios sondeos sobre intención de voto y valoración de líderes como el que hoy se publica, pero también abarcará muchos otros aspectos complementarios acerca de la contienda electoral.
El candidato del PP mantiene entre los suyos un alto índice de aprobación. Y lo que es más relevante: los votantes populares, a diferencia del conjunto de la población, respaldan mayoritariamente el bipartidismo tradicional. Prefieren que el juego político siga repartiéndose entre dos grandes partidos, porque de ese modo es más fácil la formación de un Gobierno, aunque a cambio se reduzca el pluralismo en el Parlamento. Con un planteamiento así, unido a su alta fidelidad en el voto, es lógico que respondan favorablemente al planteamiento polarizador con que afronta Rajoy esta campaña, que quiere presentar como la lucha entre “la sensatez y la moderación” y el “extremismo de izquierdas”.El líder socialista Pedro Sánchez tiene por delante una dura batalla. No parece que los meses dedicados a negociar la posible formación de Gobierno —una inversión de futuro en el peor de los casos, decía uno de sus principales asesores— hayan dado su fruto. El PSOE retrocede casi dos puntos (1,8) respecto al resultado del 20-D. Y ve además cómo su principal adversario en la izquierda le sobrepasa. De momento, solo una estimación de voto, pero que alimenta los fantasmas y temores que estos días atenazan a los socialistas.Pedro Sánchez busca la solución en el centro, el mismo espacio que desde su origen disputa Ciudadanos. La formación de Albert Rivera parece ser la única que, sin alianzas de refuerzo ni giros estratégicos, obtiene rédito del nuevo tiempo en el que los votantes exigen diálogo y pactos. Obtendrían hoy un apoyo del 15,5%, es decir, 1,6 puntos más que su resultado del pasado diciembre. Son los que respaldan a Rivera, sin embargo, los que según el sondeo muestran más dudas sobre si acudir o no a las urnas en esta ocasión. El objetivo de Ciudadanos, de nuevo, será traducir en votos las altas expectativas que, de momento, solo están en las encuestas.