El galleguísimo grupo musical Os resentidos ya lo cantó hace décadas: ¡Fai un sol de carallo, Galicia Caníbal! Y esa tierra se ha zampado limpiamente al PSOE gallego, a su candidato Besteiro y al ínclito líder Sánchez. Tres percebes de toma pan y moja que es salsa de melón. Si pretendían convertir estas autonómicas en un duelo entre Feijóo y Sánchez el resultado es apabullante, porque el partido popular revalida su condición hegemónica en tierras gallegas mientras que los socialistas se van, directamente, al guano, dejando al ultra nacionalista Bloque Nacionalista Galego la condición de segunda fuerza.
Decir que el PSOE se ha ido al carallo es decir poco. Escribo esto cuando se ha escrutado un ochenta y poco por ciento de votos y el escrutinio da a los de Tito Berni nueve diputados, cinco menos que en las últimas elecciones. Si en Ferraz se preguntaban qué pasaría con el desgaste que supone tener a un presidente con aliados de mal vivir y sus amnistías y sus pésimas compañías internacionales ya tienen la respuesta. Porque decir que los votos al BNG respaldan la política pro separatista de Sánchez es de acefalia sideral. El socialismo, en tanto que promotor de todo ese quilombo traicionero y anticonstitucional, ha salido más esquilado que el borrico del afilador. Y punto. Ah, esos separatas son unos desagradecidos, sean catalans, gallegos o vascos.
Que si la culpa era del sistema electoral que primaba los sitios donde el PP tiene caladeros de votos, que si los socialistas no le habían dado tiempo a su candidato para darse a conocer, que si estas elecciones no podían leerse en clave nacional
Que si la culpa era del sistema electoral que primaba los sitios donde el PP tiene caladeros de votos, que si los socialistas no le habían dado tiempo a su candidato para darse a conocer, que si estas elecciones no podían leerse en clave nacional… Todo, menos decir la verdad fundamentada en datos: elecciones municipales y autonómicas del año pasado, ganador por goleada, el PP; elecciones generales, ganador el PP aunque no pudo gobernar porque Sánchez hubiese pactado hasta con Caryl Chessman, el asesino de la luz roja, con tal de salir presidente; ahora elecciones en Galicia, con una campaña en la que el sanchismo le ha hecho a los populares de todo menos vudú, que si los pellets intentando revivir un Prestige 2.0, que si Feijóo intentó pactar con los separatistas, que si la foto del narco, en fin, menos achacarle la pérdida de Filipinas y el piojo verde, han intoxicado con todo lo que tenían. Pues va, y vuelve a ganar el centroderecha. Y como la gente es más sensata de lo que opinan en Moncloa, habituados a rodearse tan solo de estómagos agradecidos siempre prestos al aplauso y a llamarle icono al presi, Rueda revalida su mandato. Fai un sol del carallo, San Martiño oficial de Monforte ó Nepal.
Queda por saber qué pasará con los del BNG, porque son gente de cuidado y si pudieran dejarían a Junts, Esquerra, las CUP y los CDR en mantillas. Pero eso será para mañana, porque lo sustancial de hoy es que el PP no se hunde, al contrario, se revalida, y el sanchismo ramplón y prepotente queda escarallado por trapalleiro. Tomen nota, el PP lleva tres elecciones ganadas al sanchismo, que todavía tiene el marcador a cero. Bien puede decir Feijóo que se ha comido el percebe sanchista. Y tan tranquilamente. Efectivamente, fai un sol del carallo.