EL PAÍS, 23/4/12
Su ponencia apuesta por agilizar la política penitenciaria frente al inmovilismo
El PP vasco ha decidido romper el tabú existente en su partido sobre la política penitenciaria y ha redactado un apartado en la ponencia de su próximo Congreso, del mes de mayo, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, en el que avanza su posición sobre esta materia. Esa parte del texto, titulada “La gestión del final de ETA” y firmada por el presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Samper, defiende el final de las políticas de dispersión de los presos de ETA si la banda terrorista facilita su desaparición y aboga, también, por la reinserción de los presos etarras siempre que cumplan los requisitos que marca la ley, aunque la banda aún no se haya disuelto.
Este pronunciamiento del PP vasco se produce en un momento clave. A los seis meses de que ETA anunciara el cese definitivo de la violencia y cuando la izquierda abertzale, en medio de un debate abierto entre los presos sobre esta cuestión y a través de dirigentes como Joseba Permach y Pernando Barrena, está pidiendo a los presos de la banda terrorista que se sometan a la legalidad para facilitar su salida de prisión del mismo modo que la izquierda abertzale asumió la Ley de Partidos para lograr la presencia institucional que hoy goza a través de Bildu y Amaiur.
Aunque esta parte de la ponencia del PP vasco va dirigida,predominantemente a presionar a ETA y a la izquierda abertzale,también contradice las posiciones de los líderes de algunas asociaciones de víctimas del terrorismo, contrarios a la aplicación por el Gobierno de las políticas de reinserción de los presos de ETA, tal y como marca la ley.
Así, la presidenta de la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo), Ángeles Pedraza, manifestó este fin de semana su tajante oposición a la reinserción individual de los presos de ETA que marca la ley que también, defiende la ponencia del PP vasco. Lo mismo hizo, en un acto celebrado el sábado en Madrid, el ex presidente de la AVT y presidente de Voces contra el Terrorismo, Francisco José Alcaraz.
El PP vasco, en el apartado de la ponencia dedicado a “La gestión del final de ETA”, empieza por apelar a la razón y no a las emociones, que llevarían a un callejón sin salida, en la nueva situación creada en el País Vasco con la decisión de la banda terrorista de cesar definitivamente. “Para gestionar un nuevo tiempo en Euskadi no es a las emociones sino a la razón democrática y a sus exigencias a lo que debemos apelar”, señala Samper en la ponencia. Coherente con esta posición, la ponencia del PP vasco apuesta por el respeto a “las vías de reinserción en la sociedad que nuestra legislación contempla para aquellas personas que hayan decidido abandonar la disciplina de ETA y cumplir la ley”. Tras señalar que, históricamente, la banda terrorista se ha opuesto a que sus presos se acojan a está vía, el PP vasco adelanta que “el que hoy quiera acogerse a ella puede hacerlo aunque la organización terrorista no se haya disuelto”.
La ponencia aborda, también, la política de dispersión de los presos de ETA. “La desaparición de la banda terrorista ETA posibilitará la apertura de un nuevo tiempo en el que las políticas de dispersión carecerán ya de sentido. No a la inversa”, señala el texto de la ponencia.
Con esta posición, el PP vasco pasa a la izquierda abertzale y a ETA la responsabilidad tanto de la política de reinserción de sus presos así como la del acercamiento de sus reclusos a las cárceles vascas, que reclama no sólo esta formación sino, también, el PSE y el PNV. Pero, a su vez, ofrece a los presos etarras un horizonte frente a una parte de las élites de las asociaciones de víctimas del terrorismo, contrarias a cualquier movimiento en política penitenciaria.
El texto precisa el papel de las víctimas del terrorismo, de las que dice que “el mejor homenaje que podemos hacerles” es ofrecerles “la garantía de que el futuro de la sociedad vasca, su definición política, no se basará en las razones totalitarias que motivaron y legitimaron el asesinato de sus padres, hermanos, parientes y amigos”.
La ponencia del PP vasco, además, pone en valor el sistema penitenciario español porque “prevé como ningún otro en Europa un camino de vuelta del victimario desde el crimen a la sociedad”. Y precisa el itinerario a seguir por los presos de ETA para acogerse a los beneficios penitenciarios que marca la ley: la renuncia individual a pertenecer a una organización terrorista y la asunción del daño concreto ocasionado individualmente; el arrepentimiento individual por los males ocasionados; la cooperación con la justicia; la reparación material y el cumplimiento de la condena.
En el terreno doctrinal, la ponencia del PP vasco pone en valor el papel de la justicia en el final de ETA: “Al sentar las bases de un nuevo tiempo en Euskadi, la prevalencia de la Justicia es, no sólo un imperativo ético legal e inherente al Estado de derecho sino también un imperativo inexcusable. La impunidad viciaría nuestra convivencia desde las raíces”.
Asimismo, adelanta su apuesta porque el final de ETA no debe ser sólo el final de la violencia sino de la cultura que la ha empañado. “El fin de ETA no sólo consiste en su desaparición como organización, sino que exige terminar también con unos valores negativos, con una cultura de la violencia, con legitimaciones inaceptables del terrorismo como herramienta política en democracia, con un cuestionamiento permanente de los fundamentos básicos de lo que constituye la democracia y el Estado de derecho”, señala la ponencia.
EL PAÍS, 23/4/12