DIARIO VASCO, 26/8/11
Entiende que en un escenario definitivo sin terrorismo habría que abordar «las cuestiones técnicas»
El PP vasco está dispuesto a abordar la cuestión de los presos de ETA si la organización terrorista da un salto decisivo y anuncia su «disolución absoluta», según fuentes autorizadas del partido. Los populares vascos están dispuestos a abordar, dentro de su estrategia de flexibilización combinada con firmeza, la gestión del final de la violencia en Euskadi, si Mariano Rajoy se convierte en noviembre en presidente de España, y son conscientes de que en un escenario sin ETA tendrán que adoptar medidas relativas a política penitenciaria.
No obstante, el PP vasco recalca que en esta cuestión es muy importante «el orden de los factores, que sí altera el producto». Es decir, el PP no atendería la cuestión de la política penitenciaria hasta que ETA no esté disuelta definitivamente. De hecho, no tiene diseñada una pauta de actuación en esta cuestión, que se activaría en una fase que, consideran, todavía no ha llegado, aunque sí tendrán en cuenta el historial delictivo de cada recluso, «porque no es lo mismo un terrorista con delitos de sangre que sin ellos», precisan los medios consultados.
Los populares vascos rechazan la tesis que viene defendiendo la izquierda abertzale en los últimos meses, que recoge la necesidad de que el Estado español realice una serie de gestos en política penitenciaria que precipiten el desmantelamiento de ETA, que se produciría una vez que la organización armada resuelva las cuestiones relativas a sus presos y militantes ahora huidos. El PP no tiene «miedo» a abordar en un futuro estos asuntos pero partiendo primero de la desaparición definitiva de la banda, recalcan las fuentes del partido en Euskadi. Lo que sí tiene muy claro el PP es que nunca habrá negociación política para el final de la violencia, algo que ya descartan todos los partidos, tanto constitucionalistas como nacionalistas vascos, incluso la propia izquierda abertzale.
«Habilidad de Rajoy»
Esta estrategia de los populares vascos estaría en buena sintonía con los planteamientos de Rajoy, aunque encuentra todavía resistencias internas en importantes sectores del PP nacional. Precisamente, el presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, habló de este asunto en una entrevista en Radio Euskadi. Sémper aseguró que Rajoy y el PP tendrán «la capacidad, la habilidad, la mano izquierda y también la derecha» para gestionar «el fin definitivo de ETA», algo que «en el entorno de la izquierda abertzale lo saben», según dijo.
El dirigente popular guipuzcoano abundó en que su partido está «dispuesto a gestionar con habilidad e inteligencia, a participar en la gestión del fin definitivo de ETA y abordar las cuestiones que haya que abordar cuando ETA se disuelva».
«Para eso estaremos donde tenemos que estar, como lo hemos estado siempre», explicó el dirigente vasco, que defendió que «no se puede cargar la responsabilidad de qué hacer o no hacer sobre quienes hemos estado jugando siempre en democracia con las reglas que nos otorga el Estado de Derecho».
En este sentido, el presidente del PP de Gipuzkoa precisó que, «si algo se ha movido en el entorno de la izquierda abertzale, es porque se les ha apretado», mientras que «han engordado cuando veían que el Estado era débil, cuando los partidos políticos nos tirábamos los trastos a la cabeza, cuando no se tenía una idea clara de por dónde iba a ir el Gobierno de turno». De cualquier modo, reiteró que «habrá cuestiones de las que se podrá hablar y otras de las no» porque «con una banda terrorista no se puede negociar su fin» pero sí las denominadas «cuestiones técnicas».
En la entrevista, Sémper aseguró que no hay ninguna vía abierta con la izquierda abertzale, más allá de las relaciones institucionales diarias con Bildu. Sobre esta coalición, lamentó las palabras del diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, y se refirió a la petición de comparecencia ante las Juntas Generales de Gipuzkoa. A su entender, el representante de Bildu «comparecerá en Juntas Generales y dará, una vez más, una cara ‘amable’, pero luego con sus actos demostrará que esa amabilidad solo es una pose». De este modo, denunció que, a lo largo del verano, ha tenido «gestos» que «son indirectamente de desprecio hacia las víctimas del terrorismo».
DIARIO VASCO, 26/8/11