Juan José Ibarretxe defiende la idea de una consulta desde el 2000. El Presidente del Gobierno regional vasco, Juan José Ibarretxe, anunció el viernes 28 de septiembre que convocaría un referéndum sobre el derecho de los vascos a disponer de ellos mismos, el 25 de octubre de 2008.
Según el programa que expuso al Parlamento vasco, si, de aquí a junio, las autoridades vascas y el Gobierno español llegan a un acuerdo por el que se reconozca el derecho de los vascos a decidir sobre su futuro, el referéndum servirá para ratificarlo. En el caso contrario, el lehendakari se compromete a consultar, a pesar de todo, a la población sobre este tema, aunque la consulta no tendría entonces fuerza jurídica.
En caso de que el Parlamento vasco estuviera en desacuerdo con este proyecto de referéndum, el Sr. Ibarretxe declaró que lo disolvería y convocaría elecciones anticipadas en diciembre de 2008.
El problema, es que la Constitución española permite el referéndum regional para ratificar los nuevos estatutos de las regiones autónomas – los Catalanes organizaron uno el otoño de 2006 -, y reserva al Gobierno central el derecho a convocar referéndum. El Presidente vasco mantiene que esta consulta tendría “ una plena validez política, social y democrática » que permitiría organizar, en el segundo semestre de 2010, un nuevo referéndum que permitiría a los vascos ejercer este derecho a la autodeterminación.
La recepción que las dos principales fuerzas políticas reservaron a la “hoja de ruta” del Sr. Ibarretxe le deja poca esperanzas de prosperar. En visita oficial a Rusia, José Luis Rodríguez Zapatero declaró que las iniciativas “que no respeten la Constitución no se llevarán a cabo «. Mariano Rajoy, el jefe de la oposición conservadora, acusó al Sr. Ibarretxe de hacer el “chantaje” con una propuesta “ilegal”.
La orientación soberanista del Sr. Ibarretxe no es una novedad. Defiende esta idea de referéndum desde el 2000 y, en el 2004, ya transmitió al Parlamento español, para su validación, un proyecto de nuevo estatuto para el País Vasco que organizaba un derecho a la autodeterminación. Evidentemente inconstitucional, el Congreso de los diputados devolvió el texto sin debate.
Pero la insistencia de lehendakari es más que una huída hacia delante. Se acompaña de la progresión en el Partido nacionalista vasco (PNV) de la rama más soberanista. Aunque los debates no tengan lugar a la luz del día, la prueba se aportó a principios de septiembre. El Presidente del PNV, Josu Jon Imaz, partidario de una línea conciliadora con Madrid, tuvo que renunciar a ser candidato a un nuevo mandato en el congreso de diciembre a fin de preservar la unidad del partido. No pudo imponer la necesidad de un compromiso entre nacionalistas y no nacionalistas para garantizar la estabilidad política en el País Vasco.
La propuesta de lehendakari tiene por consecuencia inmediata de llevar los asuntos vascos al centro de la campaña para las elecciones legislativas previstas para marzo de 2008 en España
LE MONDE, 29/9/2007