FLORENCIO DOMINGUEZ, EL CORREO 19/02/13
· ‘Txeroki’ vaticinaba que «la capacidad militar de la Organización estará cada vez más limitada», que tendrían «dificultad para condicionar la situación política», se enfrentarían a «mayores limitaciones» y como consecuencia a un «permanente debate sobre la eficacia de la estrategia político-militar». Previamente había señalado que esta estrategia se valoraba según la «capacidad militar». «Si golpeamos mucho y bien, es válida. Si, por el contrario, golpeamos poco, mal o nada, la estrategia y, en consecuencia, la Organización es la que queda en entredicho», afirmaba.
Las advertencias de ‘Txeroki’ sobre la inevitable decadencia de ETA se hicieron realidad y ni siquiera el poder que alcanzaron en el seno de la organización terrorista dirigentes como él mismo o ‘Ata’ –poder que fue absoluto a partir de 2008– sirvió para impedir el descalabro final. Los que se amotinaron para forzar un cambio de dirección en ETA fueron los que han tenido que aceptar que no tenían más opción que echar la persiana. Hicieron todo lo que estaba en su mano para evitar el final de la actividad terrorista de ETA, pero no lo consiguieron.
Esa generación de dirigentes se sienta desde ayer en el banquillo de los tribunales de París como símbolo de su fracaso personal y del fracaso colectivo de la organización que dirigieron. En 2008, el jefe ‘Txeroki’ propuso a los suyos asesinar a familiares de dirigentes políticos del PP y del PSOE. El preso ‘Txeroki’ dijo ayer que sentía el daño causado a quienes no tenían responsabilidades en el conflicto. Lo que tiene la cárcel es que da tiempo para reflexionar.