Entrevista a CARLOS URQUIJO, Delegado del Gobierno en el País Vasco, EL CORREO 06/05/2013
· Acusa a las marcas electorales de la izquierda abertzale de haber «cruzado las líneas rojas» como «franquicias de la ilegalizada Batasuna»
Carlos Urquijo (Llodio, 1964) asumió la responsabilidad como delegado del Gobierno en el País Vasco un año después del cese definitivo de la actividad armada de ETA, lo que abría por primera vez las funciones del cargo mucho más allá de la lucha antiterrorista. Por ejemplo, le permitía volcarse en tareas hasta entonces solapadas por la violencia como la gestión de las pensiones en Euskadi, las prestaciones por desempleo, el TAV, los aeropuertos, el DNI, el carné de conducir y la lucha contra el crimen organizado y la inmigración ilegal. Sin embargo, Urquijo ha decidido «poner la lupa» sobre las marcas electorales de la izquierda abertzale, a su juicio, «franquicias de la ilegalizada Batasuna» que encarnan desde las instituciones «el proyecto político de ETA».
– ¿Qué ha cambiado desde la constitución de Sortu y Bildu para que haya encadenado tantas peticiones de investigación por enaltecimiento del terrorismo?
– No sólo lo he visto yo. Lo están denunciando todos los partidos. Se ha producido un retroceso importante en la izquierda abertzale, que al principio parecía asumir comportamientos más homologados con la vida democrática. La sentencia del 20 de junio de 2012 del Constitucional es clave porque marca las conductas que, si se superan, pueden servir para abrir un proceso de ilegalización: equiparar la violencia de ETA con la del Estado, igualar el sufrimiento de las víctimas con el de una pena impuesta por terrorismo, enaltecer y supeditar la condena de ETA a la consecución de objetivos políticos. Tanto Bildu como Sortu han traspasado en algún momento esas cuatro líneas rojas.
– ¿Cuál ha sido su reacción? – He remitido a la Fiscalía del orden de veinte comunicaciones. A Juan Calparsoro (fiscal superior del País Vasco), Eduardo Torres-Dulce (fiscal general del Estado) y Javier Zaragoza (fiscal de la Audiencia Nacional). Veinte.
– Pero ninguna ha prosperado.
– Bueno. Ninguna ha prosperado, pero han tomado nota. Espero que estas comunicaciones, más otras que remite de forma sistemática la Guardia Civil, estén conformando un expediente suficiente para que la Fiscalía, si lo estima conveniente, pueda abrir un proceso de ilegalización con garantías.
– De todos los hechos señalados, ¿cuál le parece el más grave?
– Las declaraciones de Mintegi sobre el asesinato de Buesa y el homenaje a ‘Thierry’ en el aeropuerto de Bilbao han sido dos puntos de inflexión.
– ¿Una eventual proscripción no acabaría alimentando el victimismo de la izquierda abertzale?
– Un planteamiento de ilegalización no debe hacerse pensando en si coloca al partido en una posición de víctima. El Estado debe cumplir con su obligación. Como se lo tome Sortu, Bildu o Amaiur pues, la verdad, me trae sin cuidado.
El ministro, «vigilante»
– ¿Habla habitualmente con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz? ¿Cuál es su diagnóstico?
– Es el mismo que hago yo: permanecer vigilantes. Debemos estar con la lupa puesta todo el día viendo la actividad que desarrollan estas franquicias, en mi opinión, de la ilegalizada Batasuna.
– Pese a la firmeza de su discurso, Fernández Díaz subraya que «la ETA que hemos padecido ya no volverá». ¿Está de acuerdo?
– Eso lo comparten los analistas que mejor conocen a ETA. Es evidente que aún mantiene una actividad clandestina e, incluso, Europol no descarta una escisión de un grupo de criminales.
– ¿Lo cree posible?
– La ETA que hemos conocido, incluso con el apoyo social del que ha disfrutado, no va a volver. ¿Algún grupúsculo? No lo puedo garantizar. Lo que sí estamos viendo es el regreso de algunos nostálgicos del terrorismo callejero. O al menos que lo intentan, como en Legazpi.
– La izquierda abertzale dice que ese intento de emboscada a la Ertzaintza pudo ser «un montaje».
– La izquierda abertzale no va a dar facilidades a que se le abra una ilegalización. Pero hay un grupo que se llama Ernai, las juventudes de Sortu, que parece que no acaba de ser controlado por el partido.
– El día de su nombramiento destacó el «momento de esperanza» abierto por el cese de ETA. ¿Lo sigue pensando?
– La sigo pensando, a pesar de la verborrea de ETA. En su último comunicado, denuncia que no se han producido movimientos en política penitenciaria. Esos son síntomas para la esperanza porque no ha conseguido sus objetivos. Lo que sí me preocupa es que haya conseguido uno, que es estar en las instituciones: en la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de San Sebastián.
– ¿ETA?
– Bueno, ETA o una de sus marcas o de su brazo político. Tengo la certeza moral y política, no la judicial porque no se ha producido, de que Sortu, Bildu y Amaiur son una misma cosa, que es la sucesión de Batasuna, ilegalizada por formar parte de ETA. Por tanto, el proyecto político de ETA ha vuelto, está en las instituciones de nuevo cuando había dejado de estar. Eso debe ser combatido con firmeza política. Como dijo Basagoiti, si Urkullu quiere un pacto de estabilidad debe desalojar de donde se pueda a Bildu en Gipuzkoa. Sería un buen suelo ético.
– Pero su suelo ético lo tiene plasmado en sus estatutos, en los que rechaza la violencia.
– No ha sido capaz de condenar los asesinatos de ETA. Desde entonces se han producido múltiples actitudes que demuestran que esos estatutos fueron un engaño.
– El último comunicado de ETA ha sido ignorado por los partidos. ¿Síntoma de los nuevos tiempos?
– Es síntoma de que ETA cada vez preocupa menos a la sociedad. Fundamentalmente porque ya no coacciona con la violencia.
– De hecho, ha tenido más repercusión la expulsión de la concursante vasca del reality ‘Gran Hermano’ por bromear sobre «la vuelta de ETA» que el comunicado.
– No soy seguidor de ‘Gran Hermano’, pero he visto la noticia en los periódicos. Me parece una frivolidad y una falta de respeto absoluta con las víctimas del terrorismo. Creo que es una decisión acertada la expulsión de esta persona.
Ponencia de paz y memorial
– ¿Qué tiene que ocurrir para que el PP se sume a la ponencia de paz?
– Hay dos obstáculos. Se pretende hablar de los presos de ETA como palanca de presión para que Interior modifique su política penitenciaria. Además, trata de legitimar un relato de un supuesto conflicto para blanquear la historia criminal de ETA. No vamos a colaborar en esos discursos. Sería más importante retomar con el Gobierno de España el proyecto del centro memorial para contar las cosas como fueron.
– ¿Qué le parece que en los ayuntamientos gobernados por Bildu se cuelgue la bandera española junto a las de otros países?
– Hacer un batiburrillo para que la bandera de España pase desapercibida es un intento de burlar la ley.
– ¿Cómo es su relación con las autoridades vascas?
– He tenido encuentros informales con el lehendakari Urkullu. Mi relación es correcta y mi disposición, de mano tendida. Me da igual el tema. Por ejemplo, el otro día estuve reunido con la alcaldesa de Bermeo (Bildu) para analizar vías de colaboración tras el incendio.
– ¿Y qué tal fue la cita?
– Correcta. Le facilitamos un decreto de ayudas. He pedido al Gobierno de España que las mire con todo el cariño para atender a las 27 familias de Bermeo realojadas, aunque la ayuda no sea de mucha cuantía. Que las simpatías o enemistades no empañen las relaciones institucionales y, sobre todo, no perjudiquen a los ciudadanos.
– ¿Tiene trato con el diputado general de Gipuzkoa?
– Coincidí con Garitano en el palco del Parlamento en el pleno de investidura, pero mi relación con él es fundamentalmente epistolar.
– ¿Peticiones de investigación?
– No son cartas de amor (sonríe).
– Internamente, su partido afrontará una etapa nueva cuando Basagoiti se retire. ¿Qué condiciones debería reunir su relevo?
– Lo más importante es el proyecto, aunque reconozco el morbo que suscita quién lo pueda encarnar. Los ejes pasan por abrir el PP a la sociedad, tener interlocución política y lograr resultados que nos permitan disputar el partido. ¿Quién debe ser esa persona? Lo veremos cuando se convoque el congreso. Basagoiti debe jugar un papel importante en cuanto a quién pueda sucederle. El dedazo no me gusta. Pero sería bueno que él dijese las cualidades que deben adornar a esa persona.
– Sémper, Quiroga, Alonso. ¿Se ve representado por alguno de ellos?
– Quiero romper una lanza en favor de la fortaleza del PP de Álava. Es un referente, gobierna. Ese plus de peso político se debe valorar en la sucesión.
Entrevista a CARLOS URQUIJO, Delegado del Gobierno en el País Vasco, EL CORREO 06/05/2013