EL MUNDO 21/01/14
· El partido suspende a Geli, Elena y Ventura y hoy empezará a aislarlos en el Parlament.
La dirección del PSC quiere acabar con la herida abierta por los tres diputados que la semana pasada rompieron la disciplina de voto por la vía rápida. El partido apartó ayer a Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura de todos sus cargos orgánicos, y está previsto que hoy, en la reunión del Grupo Parlamentario Socialista, les despoje de cualquier responsabilidad en la Cámara catalana. Si los tres díscolos siguen negándose a devolver su acta, todo apunta a que en unas tres semanas pueden estar fuera del PSC, y que acabarán la legislatura como diputados no adscritos.
Las noticias con respecto a Geli, Elena y Ventura –que el jueves desobedecieron la consigna de oponerse a la petición de poderes al Congreso para que la Generalitat convoque su consulta independentista el próximo 9 de noviembre– se sucedieron ayer a gran velocidad. Por la mañana, el secretario de Organización del PSC, Esteve Terradas, y el portavoz del grupo parlamentario, Maurici Lucena, llevaron a la Comisión de Garantías del partido esa «vulneración» de los tres diputados.
Como era de esperar, los argumentos de la cúpula se apoyan en que el último Consell Nacional extraordinario del PSC aprobó con más de un 83% de los votos una resolución mediante la cual el partido rechazaba explícitamente participar, de ahora en adelante, en cualquier iniciativa relacionada con el llamado derecho a decidir que no estuviera consensuada entre el Gobierno español y la Generalitat.
Acostumbrada a tomar decisiones con bastante más tiempo, la Comisión de Garantías emitió sin embargo su dictamen pocas horas después. El organismo, al que la dirección del PSC acudió después de que expirase el ultimátum que había dado a los tres díscolos para que entregasen su acta de diputados, hizo suyas las tesis de Pere Navarro. «Por la gravedad de los hechos denunciados, por la significación pública de los militantes y por su condición de miembros de la Ejecutiva y del Consell Nacional, se ha acordado como medida preventiva la separación temporal y cautelar» de dichos órganos y de «todos los órganos de dirección de la organización territorial o sectorial», concluyó.
La decisión, que se tomó por unanimidad, también implica la apertura de un expediente a Geli, Elena y Ventura. Según fuentes del partido, todo apunta a que los tres recurrirán primero ante la Comisión y luego ante el Consell Nacional, máximo órgano entre congresos. Agotados esos trámites, lo más probable es que, si siguen negándose a devolver sus escaños, sean expulsados del partido y se conviertan en diputados no adscritos a ningún grupo.
Precisamente, ayer la Comisión de Garantías hizo pública otra decisión en la misma línea, que en este caso afecta a otro dirigente crítico, Fabián Mohedano, miembro de la misma corriente interna a la que pertenecen Elena y Ventura. El fallo ha sido idéntico: Mohedano ha sido apartado de sus cargos orgánicos por participar el pasado 14 de diciembre en un mitin de ERC.
Paralelamente al dictamen de la Comisión, la reunión de la dirección del grupo parlamentario podría derivar hoy en la expulsión de Geli, Ventura y Elena, un supuesto que no contempla el reglamento, aunque la dirección del grupo tiene potestad para tomar cualquier decisión de carácter político, según fuentes del partido. Sin embargo, lo más probable es que por ahora queden como diputados rasos, sin relevancia en ninguna comisión, hasta que se dilucide su futuro. En caso de que los expulsara, el PSC pasaría a ser la cuarta fuerza del Parlament, con 17 diputados, por detrás del PP, pese a ser el segundo partido más votado.
El cisma interno también sacudió el proceso de primarias para el Ayuntamiento de Barcelona. Esta circunstancia tiene especial relevancia teniendo en cuenta que el partido había concebido estos comicios internos –abiertos por primera vez a no militantes– como el punto de partida para recuperar apoyos electorales a nivel municipal y autonómico.
El proceso de elección del nuevo candidato socialista en Barcelona corre riesgo de quedar muy devaluado, después de que el actual líder del PSC en el Consistorio amenazara ayer con retirar su candidatura si se expulsa a los tres diputados díscolos que rompieron la disciplina de voto en el Parlament.
Jordi Martí –que también forma parte del sector crítico y lleva meses haciendo bandera de ello– argumentó que «en democracia no puedes participar en un combate de ideas y de proyectos con la mirada amenazante de la dirección del partido». El líder socialista en el Consistorio alertó de que las primarias quedarían «anuladas» y «condenadas al fracaso» si el PSC consuma la expulsión de los díscolos. Martí aclaró que sólo ese escenario propiciaría que se retirara de los comicios internos y no la suspensión temporal de los cargos en el partido, que el PSC ya determinó ayer como castigo inicial para Geli, Elena y Ventura.
EL MUNDO 21/01/14