El PSC busca pasar página con una multa de 400 euros a los díscolos

El PSC trata desesperadamente de pasar página del episodio de la semana pasada, cuando cinco de sus 20 diputados en el Parlamento catalán se rebelaron contra la disciplina de partido y eligieron no votar contra la declaración soberanista que impulsaban CiU, ERC e ICV. La Ejecutiva socialista confirmó ayer que multará con 400 euros a los díscolos, pero que no tomará ninguna otra medida contra ellos.

Mientras CiU y ERC emprenden el camino hacia la consulta independentista -representantes de ambos partidos volvieron a reunirse ayer, como cada lunes-, el PSC trata de preservar su cohesión interna. Tras comprobar que el abismo que separa a las diferentes familias del socialismo catalán es muy profundo, la dirección ha decidido impulsar una «agenda de conferencias» durante los próximos meses, con la esperanza de que sirva para aparcar las diferencias.

El portavoz del PSC, Jaume Collboni, se esforzó por dar por «absolutamente resuelto el conflicto» que abrieron el pasado miércoles Àngel Ros -alcalde de Lérida-, Marina Geli -ex consejera de Salud-, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura, todos ellos adscritos al sector más catalanista del partido. Se les unió Rocío Martínez-Sampere, que desde que Pere Navarro tomó el mando ha visto ralentizada su proyección política.

Todos ellos están además vinculados a Avancem, una corriente que propugna una mayor democracia interna, algún tipo de unión de las izquierdas catalanas contra CiU y diálogo con los independentistas.

La reunión de ayer de la Ejecutiva, con cuatro de los díscolos presentes, fue tensa, pero la dirección prefirió no hurgar en la herida y se contentó con la multa económica para sancionar un comportamiento que el portavoz del PSC tildó de «grave». De momento, nadie se plantea expulsar a los díscolos.

Para acallar el ruido interno, la dirección decidió ayer abrir un ciclo de conferencias a lo largo de este año para debatir los diversos aspectos del proyecto socialista, entre ellos la posición de la formación sobre el derecho a decidir, que fue el motivo de ruptura de la disciplina de grupo en la votación del Parlament de la semana pasada.

«No es un problema de disciplina, no deberíamos usar terminología militar; es un hecho grave y ya existen unas previsiones reglamentarias, pero como va más allá y es una cuestión política hemos acordado conferencias para impulsar el proyecto socialista y hacer un esfuerzo de síntesis», dijo Collboni.

Esas cuatro convenciones tendrán como asunto central la democracia, el federalismo, la socialdemocracia y Europa. El partido espera que sirvan para «incluir» en el proyecto «a las diferentes sensibilidades del partido».

En cualquier caso, el PSC deberá enfrentarse en breve a otro desafío interno, porque algunas agrupaciones locales han aprobado declaraciones de soberanía o han apoyado a los diputados que desobedecieron las directrices de la dirección socialista, informa Efe.

Los socialistas temen que esos críticos acaben haciéndole el juego a CiU, asumiendo su terminología soberanista y su calendario político. Según los nacionalistas, lo que sucede es que el PSC ha renunciado a Cataluña para que Carme Chacón pueda convertirse en unos años en secretaria general del PSOE.

EL MUNDO 29/01/13