EL MUNDO – 06/11/16
· Reivindica el reconomiento de la «nación catalana dentro de un Estado plurinacional».
· El PSC no quiere romper con el PSOE, ni ahora ni a largo plazo. Pese a que la relación entre ambos pasa por el peor momento de sus 38 años de historia, los socialistas catalanes aprobaron ayer una hoja de ruta que plasma su rechazo a alejarse de Ferraz.
Como evidencia de la grieta entre ambas formaciones, el documento fue aprobado durante un congreso del PSC al que, por primera vez, no acudió ningún miembro de la cúpula del PSOE. Durante la cumbre en Barcelona también se aprobó el reconocimiento de Cataluña como una nación dentro de un Estado «plurinacional» y de su Estatut como una «Constitución» propia.
La militancia del PSC dio ayer su apoyo a una ponencia que, aunque reivindica la soberanía del partido, elude cualquier mención a modificar las relaciones con el PSOE. La postura adoptada ayer por los socialistas catalanes en su XIII Congreso deja en manos de la dirección del PSOE toda decisión de alterar o, en último extremo, romper un protocolo de unidad que ha sobrevivido desde 1978. La gestora del PSOE sí anunció que «revisarán» la relación después de que los siete diputados catalanes rompieran la disciplina de voto en el Congreso y mantuvieran su no a la investidura de Mariano Rajoy.
Desde que el conflicto fraguó en la rebelión de sus diputados, el PSC ha optado por mirar hacia otro lado y tratar de reconstruir puentes. La ponencia votada ayer se limitaba a reivindicar la autonomía de los socialistas catalanes. «El PSC ha sido, es y debe ser un partido soberano» apunta un documento que tampoco cuestiona su presencia en los órganos de decisión del PSOE. La única enmienda a los Estatutos del partido presentada sobre revisar la relación con el PSOE fracasó.
La ponencia aprobada ayer también defiende una reforma de la Constitución en clave federal que se sometería a referéndum, primero entre los catalanes, y posteriormente entre el resto de España. Si esa fórmula fuera aprobada, además de reconocer a Cataluña como nación, se reclama «un nuevo modelo de financiación que garantice los recursos suficientes». Nada dice el documento, no obstante, sobre qué plan B tiene el PSC si la reforma fuera rechazada. También fue tumbada durante la jornada una propuesta para la celebración de un referéndum sobre la independencia.
Otro de los puntos candentes del congreso del PSC era saber qué papel jugarán los socialistas catalanes en la nueva fuerza de izquierdas que prepara Xavier Domènech (En Comú Podem) y Ada Colau. Pese a aprobar en su ponencia marco la necesidad de impulsar una Alianza Catalana de Progreso con «la izquierda de más reciente formación» –sin mentar en ningún momento el partido de la alcaldesa de Barcelona–, Iceta quiso marcar perfil propio y pidió «colaborar» sin perder «las señas de identidad» socialistas. «No habrá marca más útil que la socialdemocracia catalanista y federalista del PSC-PSOE», aseguró dos días después de que el diputado en el Congreso, Xavier Domènech, pidiera superar «debates identitarios» para urdir una mayoría de izquierdas que haga frente a la hegemonía de la ex Convergència.
De hecho, el líder de los socialistas catalanes pidió a su partido pasar a la «ofensiva» para ensanchar las bases de la formación con un nuevo «reagrupamiento socialista». Además, explicitó que la estrategia del PSC no incluye una «suma de siglas» o una operación urdida entre «cúpulas», sino que quiere abrir las puertas del propio PSC para dar cabida a «todos los socialistas y socialdemócratas de Cataluña». En este sentido, Iceta también se mostró predispuesto a captar parte del electorado de la antigua Convergència. «Somos los únicos catalanistas no independentistas», aseguró.
EL MUNDO – 06/11/16