EL MUNDO 19/06/13
El PSC –que oscila entre las dos orillas que supone mostrarse contrario a la independencia y defender, a su vez, el derecho a decidir de Cataluña– rechazó ayer sumarse a Artur Mas en su nuevo paso hacia la soberanía al negarse a acudir al denominado Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, cuyo fin es espolear la consulta y cuya constitución está prevista para el 26 de junio.
Los socialistas cerraron ayer la puerta al pacto al considerar que el presidente ha eludido todas las condiciones que pusieron sobre la mesa y que convergían en un solo punto, «neutralidad» en torno a la votación sobre la independencia. Sin embargo, tal y como recordó el portavoz socialista, Maurici Lucena, el Govern no ha hecho ningún esfuerzo por evitar que el pacto fuera un mero instrumento más a favor del sí.
Así, los socialistas denunciaron que, además de no informar sobre su calendario o sus participantes –el Governse limitó ayer a anunciar su primera jornada y la presencia de unas 25 organizaciones, sin especificar más–, el Ejecutivo ha mantenido con vida el Consejo Asesor para la Transición Nacional, una suerte de grupo de asesores sobre un eventual Estado catalán y cuya eliminación reclamó el PSC al considerarlo como «una estructura de Estado».
Ninguneo del Govern
La decisión de los socialistas llegó horas después de que el Govern les ninguneara al anunciar para la semana que viene la constitución del pacto, con o sin la presencia del PSC. Un empujón del Ejecutivo de Mas en favor de la consulta que sirvió, eso sí, para enfriar en parte las dudas que han generado en torno al proyecto soberanista los recientes enfrentamientos entre Unió y Convergència, divididos entre acelerar el paso hacia la votación o posponerla, como defiende el partido que lidera Josep Antoni Duran Lleida.
Una escisión a la que ayer se volvieron a referir líderes de ambas formaciones, entre ellos el propio Duran. El portavoz de CiU en el Congreso aseguró en Catalunya Ràdio que asume su papel de «chivo expiatorio» de Convergència (CDC) si la consulta, finalmente, no se produce o fracasa, aunque aseguró que sus declaraciones no están confrontadas con las de Artur Mas.