EL CORREO 19/06/14
Avancem, una de los dos corrientes internas del Partit dels Socialistes de Catalunya, se dejó de amagos y dio ayer el paso definitivo hacia su desvinculación. Joan Ignasi Elena, diputado autonómico y máximo dirigente de este movimiento crítico, anunció su baja como militante socialista y su renuncia al grupo del PSC en la Cámara catalana. Elena, que en los próximos días decidirá si abandona el escaño o se pasa al grupo mixto, anticipó la escisión, que deberá formalizarse en la asamblea que Avancem celebrará el próximo día 28.
El dirigente del sector crítico se descuelga como candidato a liderar el PSC, al que optó en 2011 obteniendo el 25% de apoyos, y abandona el partido por sus discrepancias irreconciliables con la dirección –la actual y la que encabezará previsiblemente Miquel Iceta– en la llamada cuestión soberanista. Elena y los más catalanistas son partidarios de romper con el PSOE, hacer una gran coalición con Esquerra e Iniciativa y apostar sin ambages por el derecho a decidir que promueven CiU y los republicanos. Sin embargo, el exalcalde de Vilanova i la Geltrú ha comprobado que sus tesis son minoritarias dentro del PSC y por esa razón ha decidido marcharse.
A partir de ahora, si el conjunto de Avancem sigue sus pasos, como se espera, este sector del socialismo catalán pasará a colaborar con otras formaciones, como Esquerra e Iniciativa, para conformar coaliciones progresistas y soberanistas en las elecciones municipales. Eso sí, Elena descartó su fichaje por otro partido, como ocurrió con Ernest Maragall, el primer ilustre que dejó el PSC en 2012 y que en las europeas concurrió en las listas de Esquerra y salió elegido europarlamentario.
Despejada, por tanto, la incógnita de cuándo se rompería el PSC, lo que ahora queda por dilucidar es qué dimensión tendrá la grieta abierta por Elena. El llamado sector crítico del partido, que antes era el alma más catalanista y ahora ya es soberanista e incluso independentista, está formado por dos corrientes, Avancem y Agrupament Socialista, que representan entre ambas a una cuarta parte de la militancia. A la primera está adscrita la diputada Nuria Ventura que, como Elena, está pendiente de sanción por parte de la dirección del PSC por saltarse la disciplina del grupo socialista en una votación del año pasado en la Cámara catalana sobre la consulta.