EL MUNDO 10/01/14
· El Gobierno vasco denuncia el «empecinamiento» del Estado en dar «pasos atrás».
Acostumbrado a mostrar su respeto a las decisiones judiciales, el PSE elevó ayer sin embargo el tono ante la última operación policial contra el entorno de ETA, que llegó a cuestionar de forma abierta. No lo hizo directamente la dirección del partido –que emitió un comunicado medido en el que las críticas se orientaron a la «penosa e injustificable actuación del Ministerio del Interior de dar cuenta del resultado del operativo antes siquiera de su inicio»–, pero sí a través del grupo municipal en San Sebastián. Los socialistas donostiarras secundaron una declaración institucional junto a Bildu y PNV, que denuncia que las detenciones de miembros del denominado frente de cárceles de la banda terrorista «suponen un obstáculo en el actual contexto político» en el País Vasco.
En un Ayuntamiento gobernado por un alcalde, Juan Karlos Izagirre (Bildu), que se niega de forma sistemática a condenar a ETA y a exigir su disolución y desarme, el PSE respaldó en la Junta de Portavoces de ayer un texto institucional donde se censura que la operación policial supone un obstáculo «sobre la esperanza extendida de que se afiance el proceso de construcción de la paz y la convivencia democrática». Los socialistas donostiarras, que no fueron desautorizados por el partido presidido por Patxi López, se sumaron así a la coalición abertzale para exigir que «no se vulneren» los derechos de los detenidos en una sesión de la que se marchó el PP en protesta porque se abordara esta cuestión de forma extraordinaria.
Aunque de forma oficial el PSE optó por la prudencia (confió en que la operación esté «plenamente justificada»), en los socialistas vascos existe malestar y desazón por esta actuación. No entienden el objetivo de estas detenciones ni comparten el momento escogido, que llega tras el paso dado por el colectivo de presos de ETA (EPPK) aceptando la legalidad penitenciaria y a las puertas de la manifestación que tendrá lugar mañana en Bilbao –si la Justicia no la prohíbe– en defensa de los presos. «Si las detenciones se iban a realizar, ¿por qué se ha esperado hasta ahora?», reprochan desde el PSE, que sospechan de las verdaderas intenciones de Interior.
Quien no dudó en denunciar de forma contundente la operación fue el Gobierno vasco, que censuró que las detenciones de ocho interlocutores del EPPK constituyen un «burdo paso atrás» en el proceso de paz. Su portavoz, Josu Erkoreka, afirmó que la intervención «refleja el empecinamiento [del Estado] por hacer ver que nada ha cambiado» y reclamó al Gobierno «altura de miras» ante el «nuevo tiempo de ilusión y esperanza» abierto en el País Vasco. En este sentido, fue muy duro en sus críticas a Interior por la ejecución de la operación, que «estaba muy mediatizada por el horario del Telediario y eso es muy denunciable».
A nivel institucional, también la Diputación de Guipúzcoa, gobernada por Bildu, cargó contra el Ejecutivo central. En una declaración, censuró que Interior «ha organizado una operación policial y mediática basada en la mentira» para «entorpecer el proceso de paz». Por ello, hizo un llamamiento al Gobierno vasco para que haga frente «a las agresiones que el Estado lleva a cabo contra el proceso» de paz. En su caso, mostró su adhesión a la manifestación por los presos de Bilbao.
También la mayoría del Parlamento de Navarra cuestionó la operación policial contra el frente de cárceles de ETA. Todos los grupos –incluidos el socialista–, salvo UPN y PPN, cuestionaron las detenciones antes del Pleno. El Parlamento vasco, por su parte, se posicionará la próxima semana.
La única formación en Euskadi que apoyó la operación del Gobierno del PP fue UPyD, cuyo parlamentario vasco, Gorka Maneiro, destacó que este tipo de medidas resultan «indispensables» para la «derrota definitiva» de ETA. Por ello, calificó de «lamentable» la reacción del Gobierno vasco ante una operación «plenamente justificada». También el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, arremetió contra el Ejecutivo de Iñigo Urkullu por criticar la operación policial y no hacer lo propio con el acto político que realizaron el pasado sábado en Durango los ex presos de ETA.
EL MUNDO 10/01/14