ABC 11/01/14
· Se escuda en que la crítica a las detenciones es una posición del Ayuntamiento de San Sebastián.
· Las dudas Tras las detenciones, el PSE cuestiona que Fernández Díaz sea el apropiado para gestionar el fin de ETA Complicidad El PSE se abstuvo en Vitoria y permitió que la Corporación rechazara el arresto de Arantza Zulueta.
El PSE se desmarcó ayer tímidamente de la actitud de sus concejales en el Ayuntamiento de San Sebastián, que un día antes habían criticado la operación contra el «frente de cárceles» de ETA, pero no les desautorizó con firmeza ni exigió que rectificaran su causa común con Bildu y el PNV. Al mismo tiempo, la abstención de los concejales socialistas en Vitoria permitió que saliera adelante una moción similar, en la que se considera un «obstáculo» para la pacificación del País Vasco la última redada de la Guardia Civil. Un argumento este, el del «obstáculo», que justificó en su día el escándalo del chivatazo a ETA en el bar Faisán, para que la operación contra la red de extorsión no diera al traste con el «proceso de paz» de Rodríguez Zapatero.
Las dos caras
El socialismo vasco actual naufraga entre dos corrientes, según refleja también el último Euskobarómetro: Por una parte, la nave que marcha a la deriva a través de la «hoja de ruta» de Sortu, en la que se han embarcado Jesús Eguiguren, aún presidente del PSE, y Odón Elorza. Y por otra, los erráticos pasos del PSE de Patxi López, que pide gestos al Gobierno de Rajoy porque, en su opinión, hay que agradecer a ETA que haya dejado de matar. Así se entiende la respuesta que dio ayer la portavoz del PSE, Idoia Mendia, que no quiso asumir como propia la postura de sus concejales en San Sebastián, pero tampoco les exigió una rectificación. «Ésa no es la posición política del PSE», dijo con tibieza, sino «la posición del Ayuntamiento de San Sebastián». Un Ayuntamiento gobernado por Bildu.
Mendia reiteró el «respeto» del PSE por las actuaciones judiciales. Pero, en el fondo, dejó entrever sus dudas, porque tras una operación antiterrorista de envergadura, como la que ha llevado al descabezamiento del «frente de cárceles» de ETA, sobra que una formación política se vea en la necesidad de mostrar su confianza en que los resultados de la investigación «confirmen que la intervención estuvo plenamente justificada». Lo lógico, también por parte del PSOE, es que las operaciones antiterroristas se aplaudan, y no que haya que esperar hasta el final para comprobar si ha merecido la pena o está plenamente justificada.
Críticas a Interior
Más contundente que con sus ediles donostiarras se mostró Idoia Mendia con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. No se limitó a criticar la «injustificable» actuación del Departamento al informar de la operación antes de que se practicaran las detenciones, ya que, en su opinión, «ha comprometido la obtención de las pruebas que se buscada». Si no que aprovechó la desafortunada filtración para poner en duda que Fernández Díaz sea el ministro del Interior apropiado para gestionar el final de ETA. «El cierre del ciclo del terrorismo en este país exige inteligencia, criterios claros y mucha responsabilidad». No fue tan crítica con el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando el chivatazo en el bar Faisán alertó a todos los integrantes de la red de extorsión de ETA y permitió que se llevaran el dinero.
Idoia Mendia eludió pronunciarse sobre la conveniencia de que Fernández Díaz tenga que dimitir por lo sucedido e insistió en que «se necesitan criterios claros para administrar el final del terrorismo, una cierta prudencia y mucha responsabilidad».
En esta política errática que mantiene el PSE, sus concejales en el Ayuntamiento de Vitoria se quedaron a medio camino entre sus compañeros de la Corporación donostiarra y la línea oficial. Así, se abstuvieron a la hora de votar una moción similar, en la que se consideraba «obstáculo» para el actual escenario la detención de los abogados de ETA. Pero su actitud permitió que la propuesta de Bildu saliera adelante con la complicidad del PNV.
ABC 11/01/14