EL CORREO 10/06/14
· Los socialistas piden a los promotores que no hagan «trampas al solitario» y el PP exige al PNV que aclare si su proyecto de país es como el de EH Bildu
Los socialistas vascos optaron por responder en frío a la convocatoria de la cadena humana organizada el domingo por la plataforma Gure Esku Dago, que según los organizadores logró reunir a cerca de 150.000 personas entre Durango y Pamplona en defensa del derecho a decidir. El PSE contestó ayer, y lo hizo para insistir en el que es su principal argumento para rebatir el planteamiento de los promotores de la iniciativa: que el derecho a decidir no es un concepto abstracto, sino una tesis impulsada por los nacionalistas tras la que se esconde la independencia.
El PSE admite que la cita constituyó un «alarde organizativo» y que no se debe menospreciar el hecho de que decenas de miles de personas respondiesen a la convocatoria. Pero sin caer en la exageración. A su juicio, lo que se ha evidenciado, una vez más, es la capacidad de movilización que tienen las formaciones y movimientos nacionalistas. Porque aunque entre los asistentes había ciudadanos que no votan a partidos abertzales, entre ellos la exdirigente del PSE y exconsejera Gemma Zabaleta, los socialistas subrayan que el hecho de que el convocante sea Gure Esku Dago sólo es una «operación de blanqueamiento».
«Detrás de esta reivindicación es claro quién está: los partidos políticos y organizaciones que defienden la independencia de Euskadi», recalcó ayer la portavoz del PSE, Idoia Mendia, quien volvió a exigir claridad. «Este supuesto derecho a decidir apenas es nada si no se concreta qué se quiere decidir, quién decide, cómo se materializa esa decisión y cuándo. En abstracto, no sería distinto al derecho a pensar o el derecho a ser feliz. ¿Quién no quiere serlo?», añadió Mendia.
La dirigente socialista subrayó que no se pueden hacer «trampas en el solitario» porque «todo el mundo sabe qué partidos y organizaciones» abogan por el derecho a decidir, «las del credo nacionalista». «Y todos sabemos qué es lo que pretenden que se decida, aunque algunos no quieran decirlo expresamente. (…) La independencia, la creación de un Estado separado, y no otras cosas que pueden decidirse»», apuntó.
Uno de los mayores temores del PSE no es tanto la celebración de la cadena, sino el papel que puede jugar el PNV y que todo derive en un escenario similar al de Cataluña, con CiU caminando del lado de ERC. Por ahora, la presencia de destacados dirigentes jeltzales, como el presidente del Euzkadi buru batzar, Andoni Ortuzar, no es vista con excesiva preocupación entre los socialistas, al entenderse que es más un gesto simbólico y de consumo interno que el inicio de un carrera soberanista.
Mendia sostuvo que la cadena humana es «muy respetable», pero considera que se quedó «en eso, en una manifestación, mientras que los partidos y organizaciones que estuvieron detrás de ella no aclaren a la ciudadanía sus verdaderas intenciones». «Aunque el número de asistentes fue importante, a los socialistas lo que verdaderamente nos preocupa es el número de parados que hay en este país. Esa es la cifra que realmente nos preocupa a los socialistas a la hora de hacer política y tomar decisiones en las instituciones», resaltó Mendia.
«Espejo catalán»
Los recelos a lo que se puede esconder detrás de la cadena se dieron también en el PP vasco. Si ya el mismo domingo, el vicesecretario general de los populares y diputado general de Álava, Javier de Andrés, pidió «superar fronteras» y no construirlas, ayer fue la ‘numero dos’ del partido, Nerea Llanos, la que se dirigió directamente al PNV para que diga con claridad si su proyecto para Euskadi es la independencia como defiende EH Bildu. Para la dirigente vizcaína, lo que reclamaba la cadena humana era la independencia porque el «derecho a decidir como tal» los vascos ya lo tienen y lo ejercitan en cada una de las elecciones.
Desde el PP vasco también se admite que la cita del domingo confirmó la capacidad de movilización del nacionalismo, aunque consideran que las formaciones abertzales han dejado de estar en la vanguardia para mirarse en el «espejo catalán». Para los populares, la presencia de dirigentes del PNV forma parte del histórico péndulo en el que se ha movido siempre la formación jeltzale, entre el soberanismo y el pragmatismo. De hecho, están convencidos de que Sabin Etxea relativizará su asistencia en la cadena cuando hable con La Moncloa.