EL DIARIO VASCO 1/6/11
Lanza una advertencia al PNV al anunciar que Buen competirá por la Diputación. Ve diferencias importantes en proyectos estratégicos aunque no excluirá durante la legislatura a Bildu «por ser Bildu»
La reunión de ayer entre Bildu y el PSE-EE evidenció que Euskadi avanza hacia la normalización política. La misma celebración del encuentro fue un síntoma de ello. De hecho, el PP ha declinado participar en la ronda de contactos de la coalición soberanista. Los socialistas volvían a reunirse después de cinco años con los electos de la sensibilidad de la izquierda abertzale ilegalizada, representada ahora en la coalición de EA, Alternatiba e independientes, dentro de la ronda de contactos abierta por Bildu como partido ganador. Ambos incluso dejaron la puerta abierta a «acuerdos puntuales» a lo largo de la legislatura en temas de gestión. Una postura, corroborada por el propio Miguel Buen (PSE-EE), que supone que los socialistas aceptan a Bildu como un partido más en la convivencia política diaria, pese a que su legalización pendió de un hilo tras las demandas del Gobierno del PSOE.
No obstante, la normalización política, con ETA todavía presente, no está lo suficientemente consolidada para ir más allá. Así, Buen descartó de plano «un acuerdo de investidura» para el candidato de Bildu, Martin Garitano. En este sentido, los socialistas no renuncian a apurar las opciones de pactar con el PNV para evitar los gobiernos de la coalición en Gipuzkoa y San Sebastián. Ayer movieron ficha en esta partida de mus en que se ha convertido la negociación, y Buen anunció que se postulará como candidato a liderar la Diputación Foral. Todo un mensaje al PNV para que recuerde que sin un acuerdo global que incluya Donostia, el PSE-EE no apoyará a Markel Olano y las opciones de Bildu de gobernar se elevarán considerablemente.
Cordialidad
Garitano y Buen encabezaron una reunión desarrollada en un ambiente de cordialidad. La delegación socialista, integrada también por el juntero electo Julio Astudillo y los dirigentes del PSE-EE Miguel Ángel Morales y Susana Corcuera, llegó a las once de la mañana a la sede donostiarra de EA, donde fueron recibidos por Garitano y los junteros electos Ander Rodríguez, Iñaki Agirrezabalaga, Lohitzune Txarola e Idoia Ormazabal. Al igual que la reunión de la víspera con el PNV, el encuentro duró una hora, aunque, en esta ocasión, la coalición soberanista sí llevó contenidos programáticos concretos.
A la conclusión, cada parte expuso su impresión del encuentro. Bildu volvió a hacerlo a través de un comunicado donde aseguró que ha coincidido con el PSE en la voluntad de alcanzar acuerdos puntuales en la legislatura, ya que las diferencias programáticas insalvables que mantienen hacen imposible un gobierno foral conjunto.
Buen reconoció que no descartan coincidir en determinados temas de gestión durante la legislatura, aunque más que un objetivo del PSE-EE será una consecuencia si se dan las circunstancias. Buen pudo conocer de primera mano algunos aspectos programáticos de Bildu y aseguró que se basan, principalmente, en reconsiderar, previo contraste con la ciudadanía, asuntos como los contenidos de Tabakalera, el proyecto del Metro de Donostialdea, los peajes o la política de residuos urbanos. Por contra, el candidato socialista ve más posible el acercamiento en políticas sociales, mientras en materia fiscal, por ejemplo, no tiene claro que Bildu esté dispuesta a alcanzar acuerdos de armonización fiscal entre los territorios vascos.
Una fecha clave
Sin embargo, la principal preocupación de los socialistas sigue siendo la postura que adopte el PNV. Buen insistió ayer en la idea de pacto global para dejar a Bildu fuera del gobierno de las principales instituciones. En declaraciones a este periódico, el candidato socialista insistió en el ultimátum dado por su partido a la formación de Joseba Egibar y le advirtió de que la decisión que el PNV adopte el día 11, en la constitución de los ayuntamientos, «será determinante». Los peneuvistas insisten en que no facilitarán el acceso del PSE al poder en Donostia, Errenteria o Andoain, lo que imposibilitaría el pacto general entre PNV, PSE e, incluso, PP. Buen avisó ayer a Egibar, ante posibles tentaciones, de que «el PNV no podrá gobernar Gipuzkoa desde la oposición». En esta línea, sostuvo que «el gobierno de San Sebastián y de los ayuntamientos es fundamental para evitar la paralización de proyectos estratégicos». Recordó, por ejemplo, el papel de las mancomunidades en la política de residuos y la incineradora.
Paralelamente, Bildu y PSE-EE celebraron en la sede de EA en la Parte Vieja donostiarra un encuentro sobre el futuro del Ayuntamiento. El candidato de la coalición a alcalde, Juan Karlos Izagirre, junto a los ediles electos Jon Albizu, Ricardo Burutaran, Nora Galparsoro y Nekane Burutaran, recibió al nuevo aspirante socialista, Ernesto Gasco, y los ediles Susana García Chueca, Enrique Ramos y Marisol Garmendia. Gasco expresó a Bildu su temor al efecto que puedan tener en la ciudad sus políticas, según fuentes de la coalición de EA, Alternatiba e independientes. Por ello, el candidato socialista volvió a pedir al PNV un acuerdo. Bildu, por su parte, reclamó respeto a la decisión de los donostiarras.