EL CORREO, 15/8/11
El discurso de la izquierda abertzale tras la manifestación del pasado sábado en San Sebastián dividió ayer a PSE y PP. Mientras los socialistas vascos valoraron de forma positiva que el mundo de la antigua Batasuna rechazara las agresiones a la memoria de las víctimas de ETA -en concreto, los ataques a los monolitos que recuerdan a Juan Mari Jáuregui y Fernando Múgica-, los populares solo vieron un intento de «tejer apariencias» y «equiparar» a los damnificados por ETA con los presos de la banda.
El consejero de Transportes del Gobierno vasco, Iñaki Arriola, consideró, en declaraciones a Radio Nacional, que la actitud de la izquierda abertzale supone «un paso positivo adelante». «Que desde ese mundo se reconozca que los ataques son una barbaridad es algo que merece la pena destacar», subrayó el dirigente del PSE guipuzcoano.
El PP vasco, en cambio, advirtió del riesgo de «sobrevalorar» el discurso de los convocantes de la marcha, sobre todo teniendo en cuenta que a renglón seguido destacaron que se han producido también otros ataques, amenazas de muerte a alcaldes de Bildu y el asalto a una sede de Etxerat. Para el portavoz de los populares vascos, Leopoldo Barreda, el discurso solo pretendió «seguir tejiendo apariencias que nada tienen que ver con compromisos democráticos y sí con la pretensión de equiparar a las víctima con quienes no lo son». Es más, el dirigente popular se mostró convencido de que la izquierda abertzale no solo no defiende «valores democráticos» sino que los «relativiza».
Barreda recordó que los dirigentes de Bildu «se han negado rotundamente» a exigir la disolución de ETA y condenar su trayectoria y lamentó que tanto las instituciones como las fiestas guipuzcoanas se hayan puesto «al servicio de los fines de ETA-Batasuna».
EL CORREO, 15/8/11