EL MUNDO, 5/3/12
Sandra Carrasco denuncia la presión ‘fascista, sectaria, violenta e innecesaria’
Ni ella ni su familia creen en el arrepentimiento de la izquierda abertzale
Arriola afirma que ‘hay que llamar a las cosas por su nombre’
‘Asesinato cobarde y ventajista y no consecuencia de una acción armada’, dice
La madre, viuda e hijas y destacados dirigentes del Partido Socialista han celebrado en Mondrágon el cuarto aniversario del asesinato del concejal Isaías Carrasco.
El político fue asesinado el 7 de marzo de 2008 frente al portal de su casa, en la calle Navas de Tolosa de Mondragón, su localidad natal, cuando se disponía a entrar en su vehículo para dirigirse al trabajo. Un individuo alto y de complexión fuerte se le acercó y le disparó cinco veces a metro y medio de distancia.
Durante el acto han arropado a la familia de Carrasco, entre otros, Rodolfo Ares, Iñaki Arriola, José Antonio Pastor, Tontxu Rodríguez, Txarli Prieto, Dámaso Casado, Odón Elorza, José Antonio García Raya y Ernesto Gasco. Ha destacado la presencia de José Antonio Barriocanal, concejal de EA en el Ayuntamiento de Mondragón.
La familia del concejal asesinado ha depositado rosas rojas sobre su tumba y allí su hija, Sandra Carrasco, ha denunciado que se ha sometido a las familias de las víctimas de ETA una presión «fascista, sectaria, violenta e innecesaria».
Sandra Carrasco ha recordado que tras el anuncio de ETA de abandono de la actividad armada, lloró «de rabia e impotencia»pero ha asegurado que para que las intenciones de la banda resulten creíbles deben entregar las armas y arrepentirse.
No cree que el arrepentimiento de la Izquierda Abertzale sea «sincero y espontáneo» y ha recordado que ETA aún no ha entregado las armas. Asimismo, ha destacado que «las heridas son profundas y sólo el tiempo y actitudes más humanas y menos soberbias lograrán que el dolor sea más llevadero».
A su juicio, resulta «un poco contradictorio» el que, pese ha haber anunciado el cese definitivo de la violencia, siga habiendo detenciones de miembros de ETA con «armamento y material explosivo». «A eso hay que añadirle el que no han entregado las armas ni mostrado ningún tipo de arrepentimiento, cosa que creo que es crucial para su total credibilidad», ha subrayado.
Asimismo, ha afirmado que «la izquierda abertzale quieren hacernos ver los hechos desde su punto de vista, pero ni mi familia ni yo sentimos que su arrepentimiento sea sincero, ni espontáneo. No les creemos antes y tampoco ahora. Si así fuese para nosotros llega tarde», ha indicado para añadir que «las heridas son profundas y sólo el tiempo y actitudes más humanas y menos soberbias lograrán que el dolor sea más llevadero».
Por su parte, el consejero Iñaki Arriola ha afirmado que ETA mató a Isaías Carrasco porque «era fácil hacerlo» y ha recordado ha quienes ahora muestran su pesar por las acciones armadas de la banda terrorista que hace cuatro años se negaron a condenar.
«Ahora dicen que manifiestan su pesar, pero durante demasiados años apoyaron o dieron su cobertura social a la actividades de ETA y eso no se nos olvida«, ha insistido el dirigente socialista, antes de recordar que a Carrasco «lo mataron porque era un blanco fácil» y «no en un enfrentamiento armado sino a sangre fría, cobardemente y sin darle tiempo para tener la más mínima oportunidad de defensa».
Pero para poder creer en la «sinceridad» de la izquierda abertzale tienen que «empezar a llamar a las cosas por su nombre: al pan, pan, y al asesinato cobarde y ventajista, asesinato cobarde y ventajista, y no consecuencia dolorosa de una acción armada de ETA».
Arriola se ha felicitado no obstante por el «aire nuevo» que respira Euskadi, después de que «la firmeza de los demócratas» haya conseguido «acabar con el terrorismo de ETA» y «la paz y la libertad» se haya «abierto camino» en el país.
Ha advertido sin embargo de que el «futuro de convivencia sólo se podrá construir desde la memoria, el recuerdo y el reconocimiento a las víctimas del terrorismo y al sufrimiento de sus familias».
EL MUNDO, 5/3/12