EL CORREO 02/03/14
· Los socialistas navarros, que piden elecciones, deciden abrir una ronda de contactos y ganar tiempo para tratar de resolver su crisis con la dirección del PSOE
«O se va o la echamos». La moción de censura con la que PSN amenazó hace dos semanas a la presidenta del Gobierno foral, Yolanda Barcina, empieza a quedarse simplemente en un titular de hemeroteca a medida que el PSOE advierte que con Bildu no se pacta y menos, en vísperas de unas elecciones europeas. Un día después de que el Parlamento de Navarra acreditara posibles tratos de favor a contribuyentes e injerencias en la Hacienda foral, la comisión ejecutiva de los socialistas navarros aprobó ayer una resolución en la que insiste en la necesidad de que Barcina dimita y convoque elecciones anticipadas. Junto a ello, el PSN decidió abrir una ronda de contactos con todos los partidos del Parlamento foral para «explorar y, en su caso, articular los mecanismos necesarios para que la ciudadanía pueda expresarse libremente». Eso sí, una ronda de contactos con todos los partidos, salvo Bildu.
«Es impensable y bajo todo punto de vista indeseable, seguir quince meses más así», subraya el PSN, que muestra su «preocupación» por el «desgobierno» que sufre Navarra como consecuencia de un Ejecutivo «enfrentado con la sociedad, enfrentado con el Parlamento y anclado en el poder por el poder». Un objetivo para el que, sin embargo, aseguran, «no tenemos ningún pacto, ni lo hemos buscado, ni lo vamos a buscar con Bildu y muchísimo menos un gobierno de coalición, como torticeramente se ha tratado de trasladar».
La petición socialista a Barcina llegó cuando aún no se habían cumplido 24 horas desde que ésta asegurara que no dimitirá ni convocará elecciones porque no piensa seguir «la hoja de ruta de Bildu», y apelara al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y a la vicesecretaria general, Elena Valenciano, a quienes tildó de «personas inteligentes» a que dijeran que «no iban a traspasar la línea de pactar con Bildu».
Comité regional, el jueves
En cualquier caso, será el comité regional del PSN, máximo órgano de la federación socialista entre congresos, el que pronuncie la última palabra en un encuentro previsto para el próximo jueves. De momento, la maniobra de abrir una ronda de contactos permite a los socialistas ganar algo de tiempo para resolver su propio dilema interno. Alfredo Pérez Rubalcaba no está dispuesto a hacer política con Bildu, pero como decía esta misma semana un destacado miembro de su ejecutiva, tampoco admite dejar de hacer política «por Bildu».
«Si no hubiera elecciones europeas –admiten en la cúpula del partido– este asunto se vería de otra manera». Pero la campaña para los comicios del 25 de mayo, a las que el PSOE acude con su ‘número dos’, Elena Valenciano, como cabeza de cartel, ya está en marcha. Y el daño que podría hacer a su candidatura la acusación de connivencia con los ‘amigos de ETA’ es inasumible en un momento en el que los socialistas aún corren para mantenerse en pie.