ABC 08/03/14
· Roberto Jiménez trata de sobrevivir al fiasco subido a la indignación del socialismo navarro.
· La presidenta insiste Barcina ofrece de nuevo un pacto al PSN y le pide «serenidad suficiente para saber lo que hay que hacer».
El secretario general del PSN, Roberto Jiménez, dio ayer señales de que va a intentar sobrevivir abanderando el malestar de la federación con la Dirección del PSOE por su decisión de vetar una moción de censura contra la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, que necesitaba el apoyo de Bildu. Obviando las críticas que recibió el jueves en la reunión del Comité Regional, al haber inflado una expectativa no cumplida, Jiménez viajó a Madrid para transmitir oficialmente ese malestar a Alfredo Pérez Rubalcaba.
La Dirección Federal da por amortizado a Jiménez a medio plazo y no quería «fotografía» de la cita que pudiera interpretarse en clave de respaldo de Rubalcaba; por eso no informó a priori. Pero, tras una oportuna filtración desde el PSN, a Ferraz no le quedó más remedio que emitir una nota final del encuentro, donde no se hacía mención alguna al futuro del todavía líder del socialismo navarro y se limitaba a señalar que ambos hablaron del futuro de la comunidad y de la necesidad de que dimita Barcina. Posteriormente, Efe, citando fuentes socialistas navarras, calificaba la reunión de «tensa» y explicaba que Jiménez había «reprochado» a Rubalcaba su actitud. Algo que sorprendió a éste y que anoche desmintió a ABC su entorno: «Roberto ha estado constructivo y nadie puede vender otra cosa».
En principio, Ferraz no va a mover ficha en la crisis del PSN, al menos públicamente, porque sabe que, pese a este «arranque» de indignación, Roberto Jiménez está pensando su futuro político; así lo ha trasmitido él. Más en concreto, está sopesando si aguanta hasta las primarias de septiembre que elegirán al candidato del PSN en las elecciones autonómicas de 2015. Casi todos, en Ferraz y la sede del PSN, creen que no lo hará. De hecho, antes de esta crisis el líder de los socialistas navarros ya era del grupo de barones que no quería abrir las primarias a simpatizantes, consciente del riesgo de ser derrotado por otro candidato socialista. Después del fallido episodio de la moción, ni siquiera unas primarias en las que participen solo los militantes garantizan su elección y será él quien deje paso, creen la mayoría de las fuentes.
En sintonía con esa actitud de Ferraz, de esperar y ver, fuentes del PSN admiten que, a corto plazo, no se perciben movimientos contra Jiménez y su ejecutiva en la federación. «Aunque en política dos más dos no tienen por qué ser cuatro», advertía anoche a ABC una de las integrantes del sector crítico. Mientras, Barcina volvió a tender la mano para pactar el final de la legislatura. A pesar de ser considerada por el PSOE como «sujeto político inhábil», la presidenta de Navarra cree que tienen que tener «la serenidad suficiente para saber qué es lo que hay que hacer» en los próximos quince meses.
ABC 08/03/14