La nueva dirección del PSOE no parece dispuesta a pasar por alto la posible ruptura de la unidad de voto que sigue manteniendo el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, en el caso de que el Comité Federal decida el domingo que los diputados socialistas se deben abstener para hacer presidente a Mariano Rajoy.
Así se lo advirtió el martes el presidente de la Gestora, Javier Fernández, al propio Iceta en una reunión de hora y media en Ferraz, como confirmaron a este diario fuentes conocedoras del encuentro. Y así lo dijo ayer el hombre fuerte de Susana Díaz en la Gestora, Mario Jiménez, que avisó al Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) con «evaluar» la relación entre los dos partidos si Iceta persiste en el no.
Algunos de los barones que mandan ahora en Ferraz barajan expulsar al PSC de los órganos de dirección del partido: los congresos y el Comité Federal.
Ese cambio en las relaciones del PSOE y del PSC consistiría en la revisión del protocolo que regula las relaciones de los dos partidos hermanos y que no se ha tocado nunca desde la Transición.
Los barones que ahora controlan el PSOE desconfían desde hace meses de Miquel Iceta por propuestas como el referéndum de independencia a la canadiense, en el caso de que la reforma constitucional que propugnan los socialistas fuera rechazada en Cataluña. Además, las críticas de los barones contra Iceta han sido múltiples en los últimos meses por sus magros resultados electorales de los últimos tiempos.
Fuentes socialistas apuntan que gran parte del enfrentamiento abierto entre los barones socialistas e Iceta se debe también a que el primer secretario del PSC, que ganó las primarias de su partido el pasado sábado, ha mostrado siempre un apoyo cerrado al ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez. De hecho, era uno de sus principales puntales orgánicos. Algunos presidentes regionales añaden que Iceta «conocía los pactos que Sánchez quería cerrar con los independentistas». Y no sólo no hizo nada para evitarlos, sino que, en su opinión, los respaldaba.
En el Comité Federal del 9 de julio, el ahora presidente de la Gestora, Javier Fernández, llegó a amenazar a Iceta con «replantear» la relación del PSOE con el PSC si mantenía apuestas como la citada vía canadiense.
Ahora, la insistencia de Iceta en mantener su no a Rajoy diga lo que diga el Comité Federal del domingo ha vuelto a tensar al máximo la cuerda. Fuentes de varias federaciones próximas a la dirección explicaron a este diario que el PSOE podría plantear la expulsión del PSC de los congresos del partido, para que los militantes y delegados catalanes no participen en ellos y tampoco elijan al secretario general. El PSC podría también quedarse fuera del Comité Federal. De hecho, los barones critican que el PSC está en los órganos de dirección del PSOE, pero no al revés.
El martes, Javier Fernández recibió a Miquel Iceta en su despacho de la cuarta planta de la calle Ferraz (el que corresponde al presidente del PSOE). Durante hora y media, hablaron sobre todo de la posición ante la investidura de Rajoy. El encuentro fue «cordial», según fuentes próximas a los dos dirigentes, pero también «sincero», añaden.
El presidente de la Gestora explicó a Iceta que la nueva dirección entiende que las terceras elecciones serían nefastas para España, pero sobre todo para el PSOE. Y le expuso que es probable que el domingo el Comité Federal apruebe que los 84 diputados socialistas deberán abstenerse para hacer presidente al candidato del PP, nada de abstenciones técnicas de 11 parlamentarios, como siguen proponiendo algunos, como en Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana. A partir de la investidura, la intención del PSOE es liderar una exigente oposición al PP.
Iceta explicó por su parte a Fernández que «es imposible» que los siete diputados del PSC se abstengan, decida lo que decida el PSOE. El dirigente catalán expuso al presidente de Asturias que «si hay un lugar en España donde no podemos aparecer del lado del PP es Cataluña». En su opinión, como dijo ayer en declaraciones en el Parlamento catalán, «entre el choque de trenes de los inmovilistas y los independentistas», el PSC «no puede aparecer al lado de los inmovilistas del PP».
Fuentes conocedoras de la reunión, que se produjo a solas entre los dos, explicaron a EL MUNDO que ambos se escucharon y respetaron. Pero Javier Fernández concluyó que si el PSC decide finalmente romper la disciplina de voto que decida el Comité Federal habrá «un grave problema» y tendrán «que hablar».
La advertencia no fue más allá, a la espera de que el Comité Federal albergue «un debate sereno y sosegado», según la dirección, y se escuchen todas las posturas. De hecho, gran parte del PSOE sigue defendiendo el no frente a la abstención que propugna Susana Díaz.
Ayer, Iceta reiteró que si el máximo órgano de gobierno del PSOE decide la abstención, el PSC convocará su Consejo Nacional y su Ejecutiva propondrá que sus siete diputados se mantengan en el no a Rajoy.
Esta insistencia está sentando mal en varias direcciones regionales. Especialmente en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón y Asturias. Fuentes de tres de estas federaciones explicaron ayer que «si el PSC rompe la disciplina de voto en la decisión más importante del partido, tendrá consecuencias graves».
El portavoz de la Gestora, Mario Jiménez, lo advirtió desde Sevilla: «El PSC es un partido hermano y si va en contra de lo que apruebe democráticamente el Comité Federal estaremos ante una situación política diferente y tendremos que evaluar la relación entre PSOE y PSC».
El Comité Federal del domingo parece que esta vez no se celebrará bajo la presión de una concentración en el exterior de Ferraz. Tres mujeres que dicen ser militantes del PSOE han pedido a la Delegación del Gobierno en Madrid autorización para una concentración en Ferraz para protestar contra la abstención, pero será el sábado 22.