El barómetro del CIS del mes de abril, realizado en plena lucha por el liderazgo del PSOE y antes de que estallara la operación Lezo —que provocó la entrada en prisión del expresidente de la Comunidad de Madrid, el popular Ignacio González, y, unos días después, la dimisión y retirada de la política de Esperanza Aguirre— arroja la recuperación del PSOE (19,9%) frente a un Podemos que sigue cayendo (19,7%). Por su parte, el PP pierde otro punto y medio, aunque mantiene holgadamente la primera posición (31,5%) y Ciudadanos sube 2,5 puntos, hasta el 14,9%.
La noticia del ‘contra sorpaso’ es una inyección de moral para el presidente de la gestora, Javier Fernández, y puede ser interpretada por los partidarios de Susana Díaz como un refrendo a sus aspiraciones, por la cercanía que supone Fernández a sus tesis y los enfrentamientos de la gestora con Pedro Sánchez. De hecho, y según informa Isabel Morillo, la candidata a la secretaría general del PSOE Susana Díaz ha celebrado que con el CIS se demuestra que «cuando los socialistas ocupamos nuestro espacio, los ciudadanos nos reconocen y volvemos a ser segunda fuerza». «Quiero que el PSOE se levante y sea la alternativa de Gobierno», añadió en unas declaraciones a los medios en Sevilla.
«El PSOE sube, el PP baja, Podemos baja y lo que se ve con claridad es que cuando los socialistas ocupamos nuestro espacio, el espacio de la socialdemocracia, evidentemente, los ciudadanos lo reconocen y lo valoran. A la vista está. Después de hacer nuestro trabajo correctamente, volvemos a recuperar la segunda posición, recortamos distancia con el PP y este es el camino, aunque queda mucho, estamos en el camino correcto«, señaló una eufórica Díaz.
Otro dato que sirve a la gestora para refrendar su labor es que cuando el CIS pregunta por la valoración de líderes —y aunque no hay ni uno solo de nuestros políticos que llegue al aprobado de nota—, Javier Fernández es el más valorado (4,12) entre los representantes de los cuatro grandes partidos (el CIS no pregunta por los candidatos a las primarias del PSOE). Tras él, con un 3,68 de nota, se sitúa Albert Rivera y, ya muy lejos y en la parte baja de la clasificación, Pablo Iglesias (3), Gabriel Rufián (2,96) o Mariano Rajoy (2,96).
El PSOE había perdido la segunda posición en los sondeos oficiales desde octubre. El anterior barómetro del CIS, realizado entre el 2 y el 12 de enero, en plena guerra en las filas de Podemos entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón en su camino a Vistalegre II y en plena batalla entre barones, susanistas y sanchistas en el PSOE, mostraba que Podemos y sus marcas territoriales solo perdían una décima (pasaban del 21,8% de octubre al 21,7% de enero), y el PSOE parecía ver recompensada la labor de su gestora «intentando coser heridas»: era el único partido que subía en enero y pasaba del 17% en octubre al 18,6%. Pero seguía tercero. Además, por primera vez el CIS preguntaba por la valoración de Javier Fernández —ni por Pedro Sánchez ni por Susana Díaz— y aparecía entre los tres líderes más valorados.
La recuperación del PSOE —en plena lucha interna por elegir un líder— contrasta con la caída de Podemos y sus marcas (En Comú, En Marea y Compromís), que pasa del 21,7% de enero al 19,7% de ahora. Dos puntos de caída durante tres meses en los que se ha producido la purga de los errejonistas tras perder Vistalegre II y el asalto de los hombres y mujeres de Pablo Iglesias a los puestos clave de la formación, así como a las portavocías del Congreso (con el caso especial de Irene Montero). ¿Ha castigado el electorado más moderado de Podemos esas purgas, yendo a reforzar las filas del PSOE? En parte puede ser: el PSOE sube 1,3 puntos y Podemos se deja dos. Unas cifras que invitan a la reflexión.
El PP pierde tres puntos en seis meses
El PP sigue ganando en la encuesta y se mantiene holgadamente en la primera posición con un 31,5%, pero la tendencia de los últimos sondeos refleja una continua sangría de la intención de voto: si en octubre el PP lograba el 34,5%, en enero pasaba al 33% y ahora cae al 31,5%. En total, en seis meses, la formación de Rajoy ha perdido tres puntos. Y la encuesta no recoge aún los efectos de la Lezo, el penúltimo escándalo de corrupción que ha sacudido las filas de los populares.
¿Y quién es el beneficiado de ese desgaste del PP que, al ritmo de los escándalos que le afectan, puede verse afectado en la próxima encuesta? Según el CIS de abril, el partido de Albert Rivera ha recogido claramente los frutos. Ciudadanos, que veía en enero cómo su posición apenas tenía variación alguna e incluso sufría un pequeño descenso del 0,4% en la intención de voto y pasaba del 12,8% de octubre al 12,4% en enero, ve ahora cómo recupera en solo tres meses 2,5 puntos y pasa a ser apoyado por el 14,9% de los potenciales electores.