EL MUNDO – 03/07/16
· Los socialistas permitirán en el último momento la investidura del presidente para evitar unas nuevas elecciones«El coste será grandísimo y hay que ver cómo evitamos dejar la oposición en manos de Pablo Iglesias», según fuentes del partido.
Tras un dramático combate con el nuevo partido que brotó a su izquierda, el PSOE salvó el pasado 26-J su particular matchpoint. En contra del pronóstico de todas las encuestas –sin excepción–, los socialistas eludieron el temido sorpasso de Unidos Podemos y continúan siendo la fuerza hegemónica de la izquierda española. Una vez eludida la catástrofe, el PSOE se enfrenta a unos meses decisivos en los que buscará la forma de poner los cimientos para su reconstrucción. El desempate del 26-J se saldó en favor del centroderecha y confirmó un escenario parlamentario en el que la izquierda española aparece fragmentada en dos partidos –uno con 85 escaños y el otro con 71– que pugnarán por ejercer la oposición al futuro Gobierno de Mariano Rajoy.
Hay alivio en el PSOE tras las elecciones, pero también preocupación e incertidumbre porque los 85 escaños suponen el peor resultado de su historia y porque los más de un millón de votantes que han abandonado a Podemos desde el 20-D tampoco han querido votar al PSOE. «Hay un millón de huérfanos de la izquierda que no han votado. Y los dos partidos del bloque de la izquierda hemos perdido votos. El drama es que los que no han votado a Podemos tampoco han votado al PSOE. Y eso es porque este PSOE no moviliza, no es ganador. Vencer a Podemos es un pobre objetivo», asegura un ex dirigente socialista.
«El problema es el PSOE desde hace años. En el momento de la máxima responsabilidad, el partido ha fallado, aun con un líder renovado. Ésta es la Historia de España, la historia de la división de la izquierda. Dos partidos incapaces de entenderse. Ahora mismo, no existe a corto plazo una alternativa de izquierda a la hegemonía de la derecha». Esta reflexión es compartida por dirigentes y personalidades socialistas relevantes de todas las generaciones.
«La fractura de la izquierda es muy gorda, y el PP la ha estimulado y la ha utilizado muy bien en determinados medios de comunicación. El diseño estratégico se aprecia ahora mejor que nunca. A Rajoy esta división le ha venido como anillo al dedo. Ha matado dos pájaros de un tiro: Podemos ha fracturado a la izquierda y ha movilizado a la derecha», señala un ex dirigente. El bipartidismo en España, añade, «se ha roto por la izquierda», puesto que el PP ha logrado contener en las urnas a su competidor en el ámbito del centro-derecha. Los interlocutores de este diario destacan que los 11 millones de votos de izquierda que logró Zapatero en las generales de 2008 –en las que dejó a IU reducida a la mínima expresión– se han dividido ahora prácticamente en dos mitades. 5.424.000 para el PSOE y 5.049.000 para Unidos Podemos.
José Andrés Torres Mora, diputado socialista y ex jefe de Gabinete de Zapatero, explica así el error de apreciación de Podemos. «Creían que la España de 2016 era la Rusia de 1917. Con 71 escaños no se puede hacer la revolución, pero sí son suficientes como para dividir a la izquierda. Pensaban que el dolor social embalsado por la crisis iba a provocar la reacción revolucionaria que buscaban. Viven su ensoñación contra el capitalismo. Pero los indignados no son los excluidos. Los indignados les votan a ellos, los excluidos al PSOE. Están envenenando a una sociedad que está confusa, perdida y hecha un lío después de ocho años de crisis».
Eduardo Madina, que ha recuperado su escaño el 26-J, analiza así la fragmentación de la izquierda española. «Hay una izquierda de contestación y de hartazgo que no ha desarrollado una vocación transformadora y de Gobierno. Prefiere canalizar el descontento. Y el PSOE ha perdido la fuerza de la contestación. Eso ha producido la fractura. En la República, la izquierda también estaba dividida, pero el PSOE tenía más de 110 escaños y ahora tenemos 85». El parlamentario vasco, que optó al liderazgo del PSOE en el último congreso frente a Pedro Sánchez, es la voz que con más claridad se ha pronunciado en público después del 26-J sobre el mal resultado socialista. «Es obvio que el PSOE ha tenido el peor resultado de su historia, no podemos conformarnos con 85 diputados. El PSOE fue inventado para ser el primer partido de España, no el primero de la izquierda».
El PSOE, en opinión de todos los dirigentes consultados, debe afrontar a partir de ahora su reconstrucción con un calendario complicado en el que se mezclan el congreso pendiente para otoño y la decisión sobre si permite con su abstención la investidura de Mariano Rajoy.
Hay pocas dudas acerca de que Pedro Sánchez tendrá competidores en la carrera para revalidar su liderazgo. Aunque la candidata más verosímil, Susana Díaz, aún no ha anunciado públicamente su candidatura, todas las fuentes aseguran que lo hará a su debido tiempo. La presidenta andaluza, destacan los críticos de Sánchez, se ha debilitado por su estrategia de amagar y no dar, pero aún así los 500.000 votos que le sacó a Unidos Podemos en Andalucía han sido claves para evitar el sorpasso.
¿Cómo se puede reconstruir el PSOE para volver a ser una alternativa de Gobierno verosímil? Estas son algunas de las respuestas que ofrecen los socialistas consultados. «No será fácil, puede llevarnos muchos años. Tanto el 20-D como el 26-J han evidenciado que tenemos un problema serio de liderazgo y de proyecto. Por desgracia, Pedro Sánchez no ha sido capaz de volver a sintonizar con los votantes que nos abandonaron». Recuperar a los que se han ido a Podemos es el principal objetivo. «Los que se nos han ido son nuestros hijos. Hace falta recuperar la comunicación con ellos y tenemos que empezar en el Congreso.
Hay que volver a construir un PSOE que tenga un proyecto de país, un liderazgo sólido y un equipo serio. Cuando la dirección justifica los malos resultados diciendo que el escenario ha cambiado por los partidos emergentes, se le olvida añadir que en la derecha hay un emergente que sólo ha tenido 32 escaños, no 71. Y eso es producto de un abandono del PSOE en los últimos dos años. Será una lenta travesía por el desierto. No hay fórmulas mágicas». Aunque algunos dirigentes son más optimistas que otros. «Las elecciones nos dejan en una situación digna para recuperarnos. Podemos no se consolida y les va a costar consolidarse si el PSOE lo hace bien, porque son un batiburrillo de partidos. Tenemos que restañar la unidad interna y ofrecer un proyecto de país para recuperar el espacio que hemos perdido en la izquierda», opina un destacado socialista. «Lo único bueno es que el calendario nos permitirá decidir los cambios sin prisa y sin crisis», señala otro.
El calendario institucional llegará antes que el orgánico. La dirección del PSOE tendrá que tomar una decisión acerca de si permite la investidura de Rajoy. El presidente en funciones y el PP están ejerciendo una presión psicológica potente desde la noche electoral sobre los socialistas para que les dejen gobernar. Y el PSOE está resistiendo esa presión, de momento. Pedro Sánchez ha mantenido un mutismo absoluto desde el 26-J y el próximo sábado 9 de julio se celebrará un Comité Federal para analizar la situación.
Todos los socialistas consultados por este diario coinciden en que bajo ningún concepto los órganos de dirección pueden decidir que el PSOE se abstenga, porque eso sería la muerte del partido. Recuerdan, en este sentido, que el declive del Pasok se aceleró cuando pactó con Nueva Democracia y que el SPD alemán languidece en intención de voto por su gran coalición con Angela Merkel. Estos son los argumentos de los socialistas contrarios a la abstención. «Eso acabaría con el PSOE y no se le puede pedir al PSOE que se suicide. El PSOE no es propiedad de la dirección. Es un legado histórico de toda la sociedad española.
El que la defienda tendrá que volver a su agrupación a explicarlo. La idea de la gran coalición, expuesta por Felipe en la campaña de las europeas, nos ha hecho un daño infinito. La abstención sería un suicidio para la dirección que la asumiera». Pero incluso los socialistas que sí comparten la idea de Guillermo Fernández-Vara de la abstención de los diputados que sean imprescindibles para elegir a Rajoy consideran que tendrá un coste. Así lo explican. «Lo lógico es esperar a que Rajoy se busque la vida. Tenemos que ser cautos para ver cómo se hace, porque desde luego terceras elecciones no puede haber».
La hipótesis que contemplan las fuentes consultadas es que Rajoy se presente ante la Cámara con un acuerdo con Ciudadanos, CC y eventualmente el PNV. De forma que únicamente necesite la abstención de algunos diputados socialistas. Decisión que se podría tomar sólo a última hora del último día. «Dejar gobernar al PP es una elección que tiene que estar fundamentada, Rajoy tiene que esforzarse. El coste será grandísimo y hay que ver cómo pagamos ese coste para no dejar la oposición en manos de Pablo Iglesias».
EL MUNDO – 03/07/16