El siguiente paso es conseguir evitar unas terceras elecciones, que podrían ser letales para el PSOE, según los nuevos inquilinos de Ferraz. «Será más sencillo recomponer el partido con 84 diputados que con muchos menos y puede que como tercera fuerza», explicó ayer el número dos de una de las federaciones que han descabalgado a Pedro Sánchez. Para ello, el PSOE debe conseguir girar a la abstención –tarea que no es fácil– y el PP y Mariano Rajoy deben dar facilidades para ello.
Los barones que ahora mandan en el partido temen un efecto colateral en el caso de que el PSOE se abstenga. En ese caso, creen muy posible la vuelta de Pedro Sánchez, que podría presentarse en 2017 a las primarias frente a Susana Díaz como defensor del no a Rajoy. «No creemos que pueda ganar; ya no maneja el aparato y el paso de los meses irá diluyendo sus apoyos», aseguraron a este diario fuentes de la dirección, «pero sería un problema grave en un momento delicado».
Un dirigente de una de las federaciones críticas aseguró a EL MUNDO que «la forma definitiva de cortar las alas a Sánchez» es ir a terceras elecciones, ya que el ex secretario general se quedaría sin argumentos para volver. En sus últimos días, insistió en que el plan de la Gestora era la abstención.
La nueva dirección está buscando fechas para hacer el Consejo de Política Federal –la cumbre de los barones– lo antes posible. Se ha barajado este fin de semana, pero es posible que se retrase a mediados de la próxima por problemas de agenda de algunos presidentes.
El Comité Federal tendrá que ser el domingo 16 –el sábado 15 son las primarias del PSC– o el domingo 23 –el sábado 22 Javier Fernández debe estar en los actos relacionados con los Premios Princesa de Asturias–. Antes, los barones esperan una llamada en la que Rajoy le traslade a Fernández una petición expresa para desbloquear la investidura.
El portavoz de la Gestora, Mario Jiménez, aseguró ayer que lo que decida el Comité Federal, aunque sea la abstención, lo tendrán que asumir todos los diputados del PSOE, incluido Sánchez, que estaría obligado a abstenerse para hacer presidente a Rajoy, según el dirigente andaluz.
Sin embargo, ni siquiera hay unanimidad entre los barones que tumbaron a Sánchez en favor de la abstención. Los presidentes de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, son partidarios del no. Puig aseguró ayer que «no se da ninguna circunstancia para apoyar al PP».
Page, por su parte, lanzó ayer varios mensajes a Pedro Sánchez desde su Debate sobre el Estado de la Región. El presidente regional aseguró que si en mayo de 2015 se le «hubiera puesto como condición» romper «la unidad de España, no sería presidente», informa Efe. «Si esto se vuelve a plantear», añadió, «quien les habla no se aferrará para nada a la silla. No voy a ser presidente a cualquier precio», remachó.