ABC – 15/06/14
· El próximo secretario general tendrá el difícil reto de superar la división por la mitad, entre Rubalcaba y Chacón, que supuso el 38 Congreso.
· Rubalcaba baja los brazos Su falta de autoridad ante lo que está pasando en el PSC pone en riesgo la «tercera vía» en Cataluña.
· Baile de aspirantes Ver a Patxi López volver a postularse, y a Soraya Rodríguez intentarlo, causó «sonrojo» entre los barones.
Los incendios más pavorosos ocurren cuando se registra un fenómeno denominado «triada»: más de 30 grados, menos del 30 por ciento de humedad y viento superior a 30 kilómetros por hora. Las llamas arrasan en tiempo récord miles de hectáreas y luego… a esperar décadas hasta volver a ver el paisaje que fue.
Algo de eso pasa en el PSOE, que empieza a temer otro congreso fallido como el de la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero, en febrero de 2012. Habrá que ver si a la votación del domingo 13 de julio para elegir secretario general acuden los 197.468 afiliados del censo o hay una alta abstención, como temen muchas federaciones por la falta de peso de los candidatos. Y si quien sale elegido lo es con poco porcentaje y luego tiene que negociar con unos barones crecidos, en particular con la todopoderosa Susana Díaz, que le esperarán en el congreso extraordinario de 26 y 27 de julio.
La «triada» incendiaria del PSOE comenzó el pasado lunes con la marcha atrás, por sorpresa, de la presidenta andaluza; cuando la «vieja guardia» y nueve barones ya daban por hecho su «sí» a suceder a Alfredo Pérez Rubalcaba. A su vez, el descarte provoca que quienes la habían apoyado –«con Susana al fin del mundo», llegó a decir Tomás Gómez– se nieguen a recomendar ahora nada a los afiliados. Ya hicieron el ridículo una vez, dicen, y además no les convence ninguna de las alternativas: Eduardo Madina, Pedro Sánchez, José Antonio Perez Tapias o Alberto Sotillos.
El tercer y último elemento de esa «triada» letal tiene que ver con Rubalcaba; mejor dicho, con su falta de autoridad en esta transición interna. En el PSOE no pasó inadvertido que no valorase el mismo miércoles la importante dimisión del primer secretario del PSC, Pere Navarro, la cual amenaza con llevarse por delante el trabajo de la «tercera vía» y la reforma constitucional que tanto les costó a ambos. Toda una metáfora del incendio en la «Roma» socialista, donde lo único que queda en pie es su trascendental papel en la continuidad dinástica de Juan Carlos I a Felipe VI.
¿Quien encendió el fuego? Pues, a ojos de esa misma «vieja guardia» ahora «susanista», pero que en 2011 le aupó para cortar el paso a Carme Chacón, ha sido el propio Rubalcaba, por no saber ejercer. Al día siguiente de que el PSOE cerrara filas con Felipe VI y el Pacto constitucional, el PSOE de Aragón y el PSPV pedían en sus parlamentos regionales… debatir la Monarquía en la reforma constitucional. Todo un epílogo.
«Lo de Óscar»…
Así, el horrorvacui que experimentaban los clásicos cuando empezaban de cero parece haberse instalado en todo el PSOE. Tanto, que el secretario de Organización, Óscar López, ha sido el primero en tratar de saltar del edificio de Ferraz orquestando la caída de la Ejecutiva en Castilla y León, para quitar al secretario general, Julio Villarrubia, y ponerse él… porque se queda sin puesto en la Ejecutiva Federal.
Todos los consultados afean en privado «lo de Óscar» por sus formas, sin entrar a debatir si tiene razón él o Villarrubia. Claro que otros han hecho también amago de saltar con llamadas a los barones para que apoyaran a Susana Díaz, lo cual fue inmediatamente desautorizado por Rubalcaba y su «número dos», Elena Valenciano.
Bastó un almuerzo de Susana Díaz en el palacio de San Telmo con el exlendakari Patxi López este mismo lunes, horas después del descarte de ella, para que cobrase cuerpo en los mentideros socialistas que la presidenta andaluzaestaba promoviendo la candidatura del líder del PSE para cortarle el paso a Eduardo Madina. Lo delirante del asunto es que López ya había dicho hace semanas que solo estaba «para ayudar», porque la derrota en las europeas no admitía otra salida que su marcha en septiembre… pero dejó correr la especulación durante 24 horas. En ese intervalo habla con Rubalcaba y algunos más, y solo cuando comprueba que sigue sin haber agua en la «piscina» de su candidatura a liderar el PSOE emite una nota de prensa para negarlo.
Rodríguez: «¡Qué horror!»
El desconcierto se alivia unas horas porque, inmediatamente, ya hay quien coge el relevo. «¡Qué horror!», fue la respuesta de un dirigente de Ferraz a este periódico cuando se enteró el jueves de que la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodriguez, también se postulaba. Rodríguez aclararía a la mañana siguiente que no, pero matizando que hubo «diputados» y dirigentes territoriales que la animaron; curiosamente, el mismo argumento del exlendakari para justificar su nonata candidatura a la Secretaría General.
ABC – 15/06/14