Iván Gil-El Confidencial
- Los socialistas cambian de estrategia respecto al nuevo actor político emergente: buscan neutralizarlo asumiendo algunas de sus reivindicaciones y tendiendo puentes con vistas a hipotéticas alianzas para gobernar
Sin confrontación ni otorgando relevancia. El PSOE optará por una campaña de “guante blanco” con las candidaturas de la plataforma España Vaciada que concurrirán a los comicios del Castilla y León del próximo 13 de febrero, según fuentes del partido en esta comunidad. Desde Ferraz, ponen el foco en lo propositivo para contrarrestar el efecto de una plataforma que reconocen conecta bien con un sentir social del que también pretenden hacerse cargo. Destacan así las políticas del Gobierno contra la despoblación y a favor de la cohesión territorial, en línea con las propuestas que también acompañan el programa del candidato socialista Luis Tudanca, los proyectos previstos en esta dirección a cargo de los fondos europeos del plan de recuperación, así como el objetivo de fijar empleo y combatir la desindustrialización con estrategias como la descentralización de organismos públicos.
Las candidaturas abanderadas por la plataforma España Vaciada se presentarán en cinco de las nueve circunscripciones castellanoleonesas (Soria, Valladolid, Salamanca, Burgos y Palencia) y según los cálculos del PSOE podrían actuar de “bisagra” para la conformación de mayorías. En un contexto en el que los dos grandes partidos necesitarán casi con total seguridad recabar el apoyo de otras formaciones para sacar adelante la investidura, los socialistas no quieren descartar esta plataforma como potencial aliada para empujar un cambio en la Junta y deslizan su voluntad de tender puentes.
Todos los sondeos coinciden en situar a Tudanca lejos del PP, que absorbería la mayor parte de los votos de Ciudadanos. Sumado a que Unidas Podemos parte de una posición testimonial —actualmente con dos procuradores y todavía sin el respaldo explícito de Yolanda Díaz—, las posibilidades del PSOE para levantar una alternativa a Alfonso Fernández Mañueco pasarían necesariamente por recabar estos apoyos. Todo ello, evitando igualmente fugas de su electorado, para lo que se está tratando de construir un discurso y programa afín con las reivindicaciones de este nuevo actor político y señalar los 30 años de gobierno de los populares como los culpables de los males que denuncia.
El giro de Lambán
El mando de la campaña electoral del PSOE descansa bajo el tándem formado por la vicesecretaria general, Adriana Lasta, y el secretario de Organización, Santos Cerdán, en hilo directo con Moncloa y Javier Izquierdo. Este último dejó el cargo de subdelegado del Gobierno en Castilla y León para centrarse en Ferraz tras ser nombrado en el 40º Congreso Federal del PSOE secretario de Estrategia y Acción Electoral en la nueva ejecutiva. Gran conocedor del territorio, el que también fue alcalde de Valladolid durante dos legislaturas y posteriormente procurador en las Cortes de Castilla y León es una de las piezas fundamentales para intentar canalizar un estado de ánimo que busca representar en solitario la España Vaciada. Desde Ferraz explican que Lastra y Cerdán están totalmente coordinados con Izquierdo.
La estrategia con la que se afronta la irrupción de España Vaciada quedó marcada en el Comité Federal del pasado viernes, en el que se puso rumbo a la campaña con la ratificación de la candidatura de Tudanca y una defensa del campo frente a las críticas del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a la ganadería intensiva. Incluso el presidente aragonés, Javier Lambán, quien ha mantenido una posición beligerante con la única candidatura de la España Vaciada representada en el Congreso, Teruel Existe, defendió «unificar energías y aunar programas» con esta plataforma de cara al próximo ciclo electoral.
El giro de Lambán representa un cambio en la estrategia a la hora de afrontar el surgimiento de estos nuevos actores políticos. El pasado mes de noviembre, varios presidentes autonómicos de las comunidades más despobladas, tanto del PSOE como del PP, alumbraron un frente común en la cumbre de Santiago para cerrar el paso a la España Vaciada en sus territorios. El documento firmado por los presidentes de Galicia, Castilla y León, Asturias, Cantabria, La Rioja, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura —el 62% del territorio nacional y el 25% de la población total— encerraba una serie de compromisos bajo el paraguas de la lucha contra la despoblación para evitar fugas de votantes. Entre ellos, que Teruel, Soria y Cuenca sean declaradas provincias “escasamente pobladas”, un estatus que permite la aprobación de beneficios fiscales. Lambán fue uno de los más beligerantes al referirse al peligro contra la gobernabilidad de los movimientos de la España vaciada que denominó “cantonales o populistas” y que podrían derivar en un “timo político de primera magnitud”.
Si bien desde el PSOE recelan del auge de los “localismos” para afrontar los problemas de la despoblación, avanzan que se evitará una confrontación directa con estas candidaturas durante la campaña electoral. La intención es desplegar propuestas que digieran sus reivindicaciones y dejar la puerta abierta para una hipotética alianza tras las elecciones. Precisamente, el representante de Teruel Existe, Tomás Guitarte, formó parte del bloque de partidos que facilitaron la investidura de Pedro Sánchez y también ha apoyado las leyes más importantes que el Ejecutivo ha aprobado esta legislatura. Todo ello, sin abandonar la pedagogía al cuestionar el arribismo de ciertos liderazgos, como el de la cabeza de lista por Valladolid, que fue concejala y portavoz de Ciudadanos en Medina del Campo y asesora del presidente de las Cortes de Castilla y León, de este mismo partido, Luis Fuentes.
El PSOE ya ha sacado su perfil más rural y en defensa de la agricultura desautorizando al responsable de Consumo por poner en evidencia las macrogranjas “contaminantes” que exportan carne “de peor calidad» procedente «de animales maltratados”. El propio presidente del Gobierno y líder de los socialistas arremetía este lunes contra las posiciones de Garzón en una entrevista en la Cadena SER «lamentando la polémica» generada.
Sin pedir públicamente una rectificación, el presidente del Gobierno ha optado por rebatir al titular de Consumo asegurando que el sector cárnico exporta carne «de extraordinaria calidad» y que «sigue los máximos estándares de la normativa española y europea». Asimismo, ha alabado su importancia desde el punto de vista exportador y se ha comprometido a seguir «acompañando» con leyes como la de la cadena alimentaria a un sector «sujeto a una profunda transformación porque se le exige producir más, de mejor calidad y hacerlo con menos recursos». Si esta semana desde el Gobierno se han querido encuadrar las palabras del ministro de Unidas Podemos como una opinión a «título personal», Sánchez ha añadido que esta «no se compadece con la realidad del sector ni con el día a día del Gobierno de España».
En las elecciones de Castilla y León, no solo se juega la presidencia de la Junta, sino que los resultados generen una dinámica y un efecto contagio sobre el resto de comicios que se irán concatenando, con las andaluzas en junio u octubre, las municipales y autonómicas en mayo de 2023 y a finales de ese año las generales. Un contexto en el que la bandera verde del ecologismo se queda disipada en favor del peso que la ganadería intensiva tiene en estos territorios. La transformación de la economía para fijar población y el blindaje de los servicios públicos se asocian también al maná de los fondos europeos por el que se defiende alienar las políticas de la Junta con las del Gobierno central.
El plan para la descentralización de las instituciones es otra de las propuestas estrella con las que los socialistas buscan atraer a los votantes seducidos por las nuevas candidaturas. En el cónclave que revalidó a Luis Tudanca el pasado mes de noviembre al frente del PSOE de Castilla y León, Sánchez ya puso en valor este plan anunciando que Soria acogerá el Centro Nacional de Fotografía y Segovia un centro de innovación en Formación Profesional que se inauguraría en abril. El PSOE cambia de estrategia contra la España Vaciada, apostando por neutralizarla a través de las propuestas y tender puentes de cara a hipotéticas alianzas para gobernar.