Ezker Batua (EB) parece convencida en Álava de que, si mantiene la tensión sin dar su brazo a torcer, conseguirá una victoria política en su negociación con el PNV, que necesita del apoyo de sus dos representantes para mantenerse al frente de la Diputación alavesa.
La formación de izquierdas, controlada por el sector del excoordinador general Javier Madrazo en Álava, mantuvo ayer el pulso al presentar a su propia candidata a diputada general, Nerea Gálvez, a escasos minutos de que se cerrara el plazo.
Entre las exigencias de EB destaca aumentar la presión fiscal, incluyendo la recuperación del impuesto del patrimonio. Así las cosas, el PNV se ve obligado adelantar su postura y retratarse ante el debate sobre el modelo tributario que se abrirá en Euskadi en los próximos meses.
Los peneuvistas tendrán que hacer malabares para aunar los intereses de la formación en los distintos territorios. Por un lado está el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, que reiteró la semana pasada su negativa a subir los impuestos; por otro, la territorial jeltzale en Álava y su aspirante a la reelección, Xabier Agirre, que ya en 2010 fue partidario de abrir el melón de la fiscalidad antes de que Vizcaya frenara el debate. Y en medio se encuentra la Ejecutiva nacional presidida por Iñigo Urkullu, reacia a que vuelva a desaparecer la armonización fiscal entre los tres territorios, pero consciente de que el debate fiscal avanzará con o sin ellos, teniendo en cuenta que tanto el Gobierno vasco del PSE y la Diputación de Guipúzcoa en manos de Bildu están por la labor de recuperar algunos tributos y modificar otros aspectos del marco actual. Además, en Sabin Etxea no debe parecer demasiado grato el escenario de perder Álava tras ser desplazados en Guipúzcoa por la coalición independentista.
El complejo mapa político conformado por las urnas el 22-M no facilitará la decisión de los peneuvistas, teniendo en cuenta que hasta el propio José Luis Bilbao necesitará llegar a acuerdos con la oposición para sacar adelante los presupuestos en Vizcaya. De momento, solo el Partido Popular mantiene una postura similar a la suya en fiscalidad.
El martes pasado, la portavoz de la negociación de EB en Álava, Kontxi Bilbao, hizo público un documento con sus exigencias programáticas. El listado incluía la recuperación del impuesto de patrimonio para el ejercicio 2013 -en sus reuniones internas EB barajaba recuperarlo en 2011 o 2012- y una reforma de la ley electoral en Juntas Generales. También hay cierta confusión sobre si el aumento del impuesto de sociedades sigue incluido en la negociación con el PNV: Bilbao confirmó que pedirían su aumento el martes en rueda de prensa, pero no lo incluyó en el listado que publicó horas después.
Mientras tanto, el Partido Popular sigue esperando desde la barrera el desarrollo de los acontecimientos. A su aspirante, Javier De Andrés, que encabezó la lista más votada, le bastaría con que la falta de acuerdo entre EB y el PNV saltara por los aires y la formación de izquierdas votara a su candidata.
El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, argumentó ayer que sería «muy gravoso» para EB pactar y apoyar al «diputado general salpicado por la corrupción», en alusión al caso De Miguel, informa Europa Press. «Lo importante es que con nosotros no haría falta un pacto, mientras con el PNV tiene que casarse para cuatro años al menos, sin posibilidad de divorcio», añadió.
La candidata Gálvez
A pesar de perder sus representantes en las tres capitales vascas y en las Juntas de Guipúzcoa y Vizcaya, EB se ha encontrado con un buen resultado en Álava, donde reeditó los dos representantes que obtuvo en coalición con Aralar en 2007. Si la formación de izquierdas no llega a un acuerdo con el PNV antes del jueves, día del pleno de investidura, sus portavoces insisten en que votarán a su propia candidata, Nerea Gálvez.
Gálvez (Bilbao, 1971) vive estos días un inesperado protagonismo en el escenario político alavés. Historiadora de formación, todos en Ezker Batua la consideran una persona de la máxima confianza del sector del ex coordinador general, Javier Madrazo -es su prima-. Ejerció como edil en el Ayuntamiento de Vitoria antes de cambiar el consistorio por las Juntas en 2008.
También ha recobrado protagonismo la ex parlamentaria y miembro de la Mesa de la Cámara Kontxi Bilbao, que tuvo que dejar su escaño tras ser inhabilitada por el Supremo al negarse a disolver el grupo Socialista Abertzaleak, considerado heredero de Batasuna. Madrazo ha delegado en ella parte de las negociaciones en Álava.
EL PAÍS, 5/7/2011