El rapto de Europa

NICOLÁS REDONDO TERREROS / EL ECONOMISTA – 24/05/14

Nicolás Redondo Terreros
Nicolás Redondo Terreros

· La aventura europea está hoy en crisis por el dominio de los egoísmos nacionales.

Las elecciones europeas se han convertido en la mejor oportunidad para los partidos excéntricos. En el caso de Gran Bretaña y Francia, con claras opciones de terminar la carrera electoral en primera posición, en otras naciones europeas adquiriendo una indiscutible importancia doméstica, y en todos ellos ante la indiferencia de una gran parte de la sociedad, que golpeada por una dura crisis económica, no se siente suficientemente concernida por los asuntos europeos.

Parece olvidado el entusiasmo de los europeístas, que construyeron los cimientos de la Unión conjurados para desterrar de Europa la dramática experiencia de dos guerras que por su envergadura las consideramos mundiales, o la ilusión de los primeros pasos para una verdadera unión política o la esperanza que el proyecto europeo supuso para los países ex-comunistas.

Causas de la crisis europea

No cabe duda que la crisis tiene que ver con el desánimo europeo, pero no es la única causa, ni siquiera la más profunda. Son a mi juicio dos las causas de largo alcance para entender el aturdimiento de los ciudadanos de la Unión Europea: la desaparición de la política en la construcción europea y la dificultad que tenemos los ciudadanos de los diversos países europeos -cargados de una poderosa simbología sentimental de carácter nacional- para definir un ámbito afectivo y simbólico europeo.

Los dirigentes europeos, contagiados de un pos-modernismo ideológico, han querido basar la construcción de Europa exclusivamente en los intereses de los diferentes países, olvidando que las realidades políticas necesitan ilusiones, esperanzas, sentimientos, etc; en fin, que hagan aceptables los retos, los esfuerzos y los sacrificios.

La política es la síntesis del discurso y la acción, y cuando falla uno de los componentes el arte de la política se devalúa o desaparece. La desaparición de la acción en favor del discurso nos deja en la inanidad y la desaparición del discurso nos deja en la «administración de los problemas», que si ésta fue la descripción del mundo utópico de Proudhon, en la actualidad se ha convertido en una maquinaria que deshumaniza al ser humano. Es curioso cómo el enaltecido canto del socialista utópico francés al anarquismo ha devenido en una burocracia sin sentido ni sentimiento, de la que el mejor ejemplo resulta ser la arquitectura funcionarial de la Unión Europea.

La falta de política europea se nota en la tardanza en enfrentar la crisis económica de los países del sur, prisioneros los órganos comunitarios de los titubeos alemanes, en la inexistencia de políticas fiscales y financieras de ámbito continental, en la irrelevancia de Europa en la crisis de Ucrania o en cómo hemos dejado sin protección a los países del sur del Mediterráneo, envueltos en un conflicto entre la modernidad y un medievalismo religioso, que puede terminar imponiéndose en esas sociedades vecinas ante nuestra indolencia política. «La administración de las cosas» oculta el interés de la clase dirigente europea por no sacrificarse, por no esforzarse como lo haría cualquier nación que viera peligrar sus intereses más trascendentes; han creído que se puede influir internacionalmente sin esfuerzos, sin sacrificios; hemos creído que habíamos inventado una forma aséptica e indolora de gobernar, casi de vivir.

La crisis económica, el desplazamiento del progreso económico, pero sobre todo tecnológico, hacia el Oeste, convirtiendo al océano Pacifico en el eje del futuro nos pone ante una evidencia compleja: la aventura europea no está encallada por no tener sentido histórico, está en crisis por el dominio de los egoísmos nacionales y por el miedo a convertir el proyecto europeo en una realidad equivalente a los otros grandes actores globales.

La solución es más Europa

La solución no es menos Europa como proponen los populistas hoy, la solución es más Europa, una Europa más fuerte con una política interna dirigida a fortalecer los denominadores europeos comunes y una política exterior que pueda comparecer en el tablero internacional en igualdad de condiciones, pero ésta última, la acción exterior, es consecuencia de una política interior.

El interés ha sustituido la idea primigenia de evitar las catástrofes de la primera parte del siglo XX, y durante estos últimos cincuenta años hemos sido incapaces de destilar una historia europea de las muy ricas, antiguas y encontradas en las diferentes naciones que integran la Unión, que una por una han sido consecutivamente el centro de la historia desde hace más de dos mil años.

Sin embargo, es imposible un ámbito político estable y duradero sin un marco simbólico que lo delimite y la historia en ese esfuerzo juega un papel principal. No podemos desanimarnos ante un reto tan mayúsculo como el que representa la construcción de la Unión Europea, pero debemos tener en cuenta que la historia no se detiene a conveniencia de intereses mezquinos; o la hacemos nosotros -teniendo en cuenta una tradición que nace en Atenas y une Jerusalén y Roma, en un territorio modelado por grandes ciudades cada 100 kilómetros y expresa la culminación de la civilización humana- o la harán otros con una voluntad de protagonizar el futuro que no la tuvieron en el pasado.

Ortega decía, refiriéndose a España, que Europa era la solución. En realidad Europa es el reto, representa la ambición de querer decir algo en un mundo revolucionado por los nuevos avances científicos, y esa ambición tiene una justificación indiscutible: asumiendo errores, muchos de ellos trágicos, Europa ha sido, con todas las contradicciones que queramos, donde la civilización adquirió la grandeza suficiente para hacer al hombre dueño de su presente y de su futuro, rompiendo las ataduras de la incultura, del fanatismo y de los despotismos políticos, la mayoría de las veces profundamente ignorante.

Nicolás Redondo Terreros, Presidente de la Fundación para la Libertad.

NICOLÁS REDONDO TERREROS / EL ECONOMISTA – 24/05/14