VICTORIA PREGO – EL MUNDO – 13/04/16
· El Rey no ha dado por cerrado el proceso de negociaciones y con su comunicación al presidente del Congreso recuerda a los contendientes que aún están a tiempo de intentar cerrar un acuerdo de investidura y, a poder ser, un pacto de gobierno.
Este movimiento del Rey no era esperado en la vida política española, pero pone de manifiesto que Felipe VI no está por la labor de esperar quieto y callado a que los líderes políticos dejen pasar las dos semanas que quedan limitándose a hacerse reproches recíprocos mientras se disponen sentados a ver pasar el tiempo y, con él, el debilitamiento de su contrincante.
Eso es lo que el Rey ha impedido al convocar una nueva ronda de consultas con los días justos por delante como para que se pudiera celebrar una nueva sesión de investidura antes de que el día 2 de mayo haya que convocar de nuevo elecciones generales. Es un recordatorio de que la obligación de los cabezas de lista es continuar haciendo el esfuerzo de acercamiento aunque no vayan a lograr nada. Y un recordatorio también de que la posición de estricta neutralidad del Jefe del Estado no puede significar que su papel institucional se diluya hasta quedar en la nada.
La comunicación del Rey al presidente del Congreso ha tenido que incomodar a quienes tienen como opción más deseable la de la convocatoria de elecciones repetidas. En este grupo está desde luego el Partido Popular, que ha visto cómo la estrategia llevada a cabo contra viento y marea por Mariano Rajoy se ha saldado hasta ahora con un éxito indiscutible.
El actual presidente del Gobierno acertó cuando declinó la invitación del Rey para intentar conseguir los apoyos para su investidura. Las cuentas estaban hechas de antemano y se sabía con total seguridad que el líder del PP tenía casi todos los votos en contra salvo los suyos. Y como el debate de investidura no es el Debate del estado de la Nación ni tampoco el de una moción de censura ni el de una cuestión de confianza, sino que es un debate de procedimiento para entronizar a un candidato en la Presidencia del Gobierno, la aceptación de Rajoy del encargo del Rey nos habría llevado con seguridad a perder lamentablemente el tiempo en un intento fallido, al que se habría sumado el que ya perdimos con el también fracasado intento de Pedro Sánchez. La inutilidad de los esfuerzos estériles no son para un debate de investidura. Por eso hizo bien Rajoy.
Lo cual no significa que desde la ruptura de negociaciones protagonizada por Podemos ya no quede nada por hacer. El PP, el PSOE y también Ciudadanos siguen obligados a buscar hasta el último minuto un acercamiento que pueda llevarles al pacto. Eso es lo que el Rey, sin salirse un milímetro de su papel institucional, ha querido recordarles ayer.
VICTORIA PREGO – EL MUNDO – 13/04/16