Ignacio Camacho-ABC
- El sumario Koldo-Ábalos deja detalles amargos. Como el de que comprar un mando de la Guardia Civil sale bastante barato
REQUETEINDULTO. Junto a la elaboración de leyes ‘ad hominen’ y redactadas por sus propios beneficiarios, el sanchismo está a punto de inventar el ‘requeteindulto’ como reluciente muestra de imaginación jurídica. Se trata de volver a perdonar a Oriol Junqueras, esta vez de malversación, ante la negativa del Supremo a considerar dicho delito dentro del marco de la amnistía. En realidad sería una compensación no prevista, o no confesa, por su esfuerzo para arrastrar a Esquerra en apoyo de la investidura de Salvador Illa. Lo llamativo de la cuestión consiste en que fue el propio Ejecutivo el que en su momento excluyó de la medida de gracia esta figura delictiva por considerarla un acto de corrupción política. Prodigios de la ‘necesidad virtuosa’; a ver qué se les ocurre si un día necesitan el voto de Ábalos para completar la mayoría.
Mordidas diplomáticas. Hasta ahora se podían reprochar muchas cosas a Zapatero pero es de justicia admitir que no hubo escándalos de venalidad en sus gobiernos. (Pepe Blanco, inicialmente involucrado en el llamado caso Campeón, fue exonerado en el proceso). La excepción se ha disipado con la asunción de culpa del exembajador en Venezuela, Raúl Morodo, por aceptar dinero del chavismo camuflado como asesorías ficticias al monopolio petrolero. El acuerdo con la Fiscalía lo libra de las acusaciones de cohecho y blanqueo para condenarlo sólo por evasión de impuestos. En los tejemanejes probados andaba, cómo no, la vicepresidenta Delcy por medio.
Contrataque. A la portavoz del PSOE, Esther Peña, la han especializado sus jefes en el papel –más bien papelón– de echar balones fuera. Ayer la mandaron a leer una lista de corruptelas del PP, foto de Marcial Dorado incluida, como estrategia de autodefensa. El ventilador a toda potencia. Pero accedió a contestar tres preguntas de la prensa y le inquirieron sobre las visitas a Ferraz de un socio de Aldama con sobres de billetes para su entrega. Como aún no la han entrenado bien para mentir con cuajo, tuvo que dejar flotando la sospecha. Y admitió que los registros de entrada están borrados; Peña empieza a dar cierta pena.
Venderse barato. El honor de la Guardia Civil en el asunto Koldo-Ábalos lo ha salvado la UCO al denunciar a un comandante por dejarse sobornar y al ex director general por un chivatazo. Este último, que supuestamente avisó a los investigados, fue expelido hacia un puesto en la embajada de Washington tras un precipitado cese al conocerse que aparecía en el sumario. El otro mando, según el informe, protegía a la trama a cambio de poco más de 88.000 euros cobrados a lo largo de tres años. El recuerdo del Faisán, del que algo sabe Marlaska, y de Roldán deja al escalafón de la Benemérita bastante malparado. Pero al menos Roldán se hizo millonario. Esta vez, en cambio, queda la amarga sensación de que comprar altos cargos del Instituto sale barato.