José Alejandro Vara-Vozpópuli

El retablillo del maese Pedro se cuartea. Amenaza ruina. No sobrevivirá al 23-J, anuncian las encuestas y proclaman los augures. Sus personajes corretean crispados, unos en busca de bicocas y otros en pos de la puerta de salida. Los más se tapan, se camuflan en el disimulo, silban, miran al tendido, intentan pasar inadvertidos con voluntad de invisibilidad. «Yo no pintaba nada, ya sabes», es el argumento más frecuente junto al de ‘pasaba por ahí’, que tanto se escucha ahora en los rinconcillos del poder.

Sánchez, él sabrá por qué, se ha erigido de nuevo en el protagonista único de la función como esos matadores desaforados en su tarde de alternativa

Los ministros salientes ya encontraron hueco en las listas electorales, canjeable por un escaño. Otros figurantes de la pandilla monclovita tienen apalabrado un despacho futuro, un silloncejo complaciente, un acomodo estable. Puertas giratorias. Capitalismo de amiguetes. En estos días son pocos los mandos que dan la cara. O lo tienen prohibido o, mejor, se quitan de en medio. Aparecieron algunos el día del festejo de los gays y hasta hoy. Sánchez, él sabrá por qué, se ha erigido de nuevo en el protagonista único de la función como esos matadores afiebrados en su tarde de alternativa. Dejadme solo. Bien no le funcionó lo de ir de Gary Cooper el 28-M. Ahora confía en el debate televisivo del lunes y en la torpeza de Feijóo en el arte de la esgrima.

Llegados ya a la recta final de la campaña, no parece mal momento para recontar efectivos, repasar las fuerzas y, quizás, proceder a un inventario de la artillería con la que encarar este tramo postrero y definitivo de la contienda. En línea con la clasificación enunciada por Eduardo Feiman, uno de los pocos periodistas argentinos no peronistas, la cuadrilla sanchista se alinea en tres familias, según sus características.

Los pajes

Están en el círculo más próximo al presidente, en su riñón de confianza. Vierten consejos, delinean estrategias, señalan peligros. Unos pintan más que otros. Lo fue Iván, también Bolaños. Ya no.

LOS MIGUELES. Son Barroso y el otro (Contreras). Ambos militan en el ámbito de la comunicación. Ambos de Prisa y corriendo. Ambos proceden del zapaterismo bambi y ambos controlan la propaganda del poder. Barroso es el magno estratega de esta campaña. Susurra al oído del gran jefe. Cuando cambie la tostada, Zapatero huirá espantado rumbo al Orinoco, donde dicen que le aguardan fortunas, pero los migueles todavía seguirán ahí.

MENOS ES NADIA. Es el recurso de la desesperación, un argumento sobrevenido. Nadia Calviño está encargada de vender la gestión económica de un Ejecutivo que deja un rastro de 1.700.000 hogares incapaces de cubrir sus gastos esenciales (Banco de España). Salimos más fuertes. Nadie quedará atrás. La vicepresidenta, por si acaso, ni va en las listas ni milita en el partido. Nadie como Nadia. Como una moto.

TEZANOS MASTERCHEF. Ha sido el gurú de las grandes decisiones, el elemento movilizador de los pasos trascendentales. Segunda convocatoria de legislativas en 2019 (origen del Frankenstein), papel protagónico de Sánchez en las autonómicas de mayo (la marea azul) y adelanto electoral ahora mismo (la hecatombe que viene). Dotado de más presupuesto que la Casa Real, ha convertido el CIS en un basural de inoperancia y sectarismo. Será el primero en caer, promete el aspirante del PP.

LA ESFINGE MERITXEL. Estática, cerúlea, gélida. La esfinge de la Cámara de los Diputados ha sido eficaz herramienta de los intereses sanchistas durante toda la legislatura. Controladora de agendas, calendarios, turnos de palabra, iniciativas parlamentarias, leyes y no leyes, Meritxel Batet ha ejercido de suma sacerdotisa del templo de la soberanía nacional sin apenas levantar la voz, mover un músculo o alzar una ceja. Adora a Sánchez hasta las lindes de la pasión. Chocó con Cayetana Álvarez de Toledo por la condición de ‘terrorista’ del padre de Pablo Iglesias. El juzgado le dio la razón a la diputada del PP. La esfinge ni rectificó ni se excusó.

EL SEÑOR DE LAS TOGAS. Cuando todo haya terminado, cuando esta pesadilla sea solo un mal recuerdo, Conde Pumpido seguirá allí. Con sus togas enlodadas en el polvo del camino, en la cúspide del Constitucional.

Los lacayos

Son lo más bajo de la pirámide orgánica. La servil infantería, los arrastraditos, la consumación del pelota, lo más abyecto del organigrama del oficialismo. Los del ‘sí ministro’, a su lado, son héroes legendarios.

ANDER QUE TE ANDER. Nadie se ha humillado desde el vértice del Senado con la habilidad y soltura de este socialista de Baracaldo que halló en la Cámara Alta la solución a todos sus problemas laborales. Allí pace desde hace más de una década y desde hace cuatro preside la sala. Ander Gil, feroz con la oposición, obsequioso con el poder, se derrite cuando comparece Sánchez y se emplea a fondo para silenciar a Feijóo. Una pieza vergonzante.

PATXI NADIE. Se abrió la puerta del taxi y no salió nadie. Ese es Patxi López, cerril como un carnero, gritón como una vecindona, malencarado como un compadrito, fullero como aquel tahúr de arrabal, su mayor aportación a su desempeño como portavoz de la bancada socialista fue su respuesta a un periodista: «¿Y a ti qué mas te da?». Cuando lo del tito Berni. Un compendio de su concepto de la ética. Calla y traga. Fue presidente del País Vasco. El nivel.

PETIT MARLASKA. Instauró los viernes de la vergüenza. Cada semana, a escondidas, con ocultación y alevosía, trasladaba a cinco etarras a las prisiones vascas. Era el acuerdo con Otegi, el pacto con los concubinos del crimen. Fernando Grande Marlaska fue un juez valeroso, incluso ejemplar. El Faisán y todo aquello. Al llegar al ministerio, arrojó sus principios por la borda y se postró a los pies del gran mandarín con una convicción pasmosa. No es valiente ni conoce la dignidad. Ideal para ese cargo en estos tiempos de Bildu.

Las mascotas

Se las saca de paseo cuando hace falta. Son singulares, adornan y hasta embelecan a los tontales. Señuelo de campaña, engañifa para necios y mentecatos.

TAN BONITA, MARGARITA. Se apioló si rechistar a su jefa del CNI, a quien, horas antes había defendido con saña en el Congreso. «No es una destitución sino una sustitución». La frase que pasa a los anales de su infamia. Otro juez salpicado por la ignominia, (Marlaska, Campo, Llop…) Cuando el señorito la necesita, la saca a pasear para hipnotizar al votante de la derecha que todavía cree en la centralidad y en el chavismo (de Nogales).

PEDROOOOO! No hace falta llamarlo. Almodóvar acude presto en las campañas. Acaba de hacerlo en compañía de los abajofirmantes de siempre, ya algo rijosos, alguno desdentado, otro injertado (cuero cabelludo) pero prestos a dar la batalla por los desfavorecidos. Pedro Almodóvar, de creatividad menguante, se ha puesto al frente de su cofradía del progreso (Anabelén, Sabina, Buenafuente…) para, con su gallardía de siempre, plantarle cara al fascismo. Qué haría la izquierda sin este chico.

URSULA MON AMOUR. Le endosó 130.000 millones de euros a su amado Pedro, mon amourmy darling, por la pandemia, la guerra y por la cara. Cada vez que le aprieta un juanete doméstico, Pedro se cita en Bruselas con su dama de la Comisión Europea, se acomodan en un selfie y tan felices. Von der Layen, sin embargo, ya ha detectado un cierto olor a cadaverina en el inquilino del palacio presidencial español. Ha empezado a torcerle el gesto ya hacerle arrumacos a Feijóo.

El endiablado retablo del tramposo Pedro se descuajeringa. El prodigioso resiliente está a punto de sucumbir en un pulso electoral que se augura adverso. El gran superviviente muda su disfraz. Ahora será Pedro el escapista. Ahí os den, hermanos.