EL MUNDO – 06/06/14
· Un acto en el Palacio Real dará solemnidad a la despedida de Don Juan Carlos.
El proceso del relevo en la Corona ha adolecido de algunas lagunas, como es el caso del vacío legal para el aforamiento de Don Juan Carlos. Sin embargo, y de momento, está resultando un éxito en cuanto al objetivo, primero, de lograr la máxima celeridad; y segundo, de adaptarlo al calendario ordinario de las Cortes sin alterarlo en absoluto.
Apenas 16 días van a mediar desde el anuncio de la abdicación por parte del Rey, el pasado lunes 2 de junio, y su despedida efectiva, con la firma de la ley que el Monarca sancionará de su propia mano el día 18; una vez que el Congreso –el 11– y luego el Senado –el 17– voten el texto normativo.
De confirmarse la información trasladada por fuentes autorizadas, apenas habrá que esperar unas horas para que se haga efectiva la proclamación del nuevo rey Felipe VI, prevista para el día 19.
La Casa del Rey trabaja ya en los preparativos de sendos acontecimientos que, según lo trasladado ayer, tendrán sesgos bien diferentes. A falta todavía de detalles, el propósito es dar una especial solemnidad a la despedida de Don Juan Carlos. Lejos de sancionar la ley de su propia abdicación, como tantas otras leyes, en la privacidad de su despacho, el Monarca estampará su firma en el Palacio Real y en medio de un acto cargado de empaque y de numerosas autoridades e invitados.
Por el contrario, el acto de proclamación del nuevo Rey se prevé sobrio y circunscrito al ámbito estrictamente parlamentario, si bien tampoco se descarta la celebración de una recepción en Palacio.
Felipe VI hará «juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas», según reza el artículo 61 de la propia Carta Magna. Pero la clave más política del acto que pondrá fin a este proceso dinástico sin precedentes en España residirá en su propio discurso.
Se espera que Don Felipe desbroce los grandes ejes de su reinado, tal como hizo su propio padre hace 39 años y medio. Lo hará en medio de la máxima expectación, ante las dos Cámaras de las Cortes reunidas, en ausencia de representantes extranjeros y sin inclusión de acto religioso alguno.
DÍA FESTIVO
El Corpus. La coincidencia de la proclamación de Felipe VI con la festividad del Corpus – día no laborable, entre otras, en la Comunidad de Madrid – permitirá reproducir el precedente de la de Juan Carlos I el 22 de noviembre de 1975, que fue día festivo. Facilitará, además, la organización del evento.
EL MUNDO – 06/06/14