José Antonio Zarzalejos-El Confidencial
El Jefe del Estado no ha mencionado Cataluña pero la situación política y social creada por el independentismo ha centrado su quinto mensaje de Navidad, también dedicado a los jóvenes
En el mensaje de Navidad más breve de cuantos ha pronunciado –el quinto desde su proclamación en junio de 2014- el Jefe del Estado ha afirmado que la convivencia «exige el respeto a nuestra Constitución; que no es una realidad inerte, sino una realidad viva que ampara, protege y tutela nuestros derechos y libertades». «Todos los proyectos -ha seguido el Rey- necesitan unos cimientos sólidos, y la España de hoy los tiene, porque están hechos de una voluntad decidida de concordia, de paz y de entendimiento». Más adelante, Felipe VI ha enfatizado: «la convivencia es siempre frágil, no lo olvidemos».
El anterior es el párrafo clave de un discurso que se produce a menos de 20 días del que pronunció ante las Cortes Generales con motivo del 40º aniversario de la aprobación en referéndum de la Constitución y a solo tres del conocido como «acuerdo de Pedralbes» en Barcelona (20 de diciembre pasado) plasmado en una nota conjunta del Gobierno de España y el de la Generalitat de Cataluña en el que no se mencionó expresamente la Constitución, sustituida por una mera remisión a la «seguridad jurídica».
Ante el sesgo que están tomando los acontecimientos en aquella comunidad, a la que el Jefe del Estado no ha mencionado expresamente en su mensaje navideño, el más personal de sus intervenciones aunque siempre conocido previamente por el presidente del Gobierno, Felipe VI ha optado por centrar sus reflexiones en «nuestra convivencia y en los principios en los que se inspira pensando en el presente y también en el futuro». Todo ello dirigiéndose a «nuestras generaciones más jóvenes» a las que el Rey ha apelado «especialmente». A ellas, el Jefe del Estado reclama que se les haga «partícipes de ese periodo de nuestra historia» en la que se logró asentar «una convivencia que se basa en la consideración y en el respeto a las personas, las ideas y a los derechos de los demás».
El Rey ha preferido este año concentrar todo su mensaje en torno al mantenimiento de la convivencia basada en la Constitución, obviando, ante la grave situación política por la que atraviesa nuestro país, otros temas que usualmente abordaba. De esta manera, se ha tratado de que sus reflexiones no se dispersasen en varias ideas-fuerza para que el foco de la atención se proyecte sobre la voluntad de convivir en paz y libertad, propósito que fue el espíritu que animó la Transición y la Carta Magna de 1978.
La televisión pública catalana (TV3) y la vasca (ETB) no tenían previsto retransmitir el mensaje del Jefe del Estado.